Madre tierra amotinada

Por: olga.vasquez
MartesDiciembre 06
2016
AlJuevesDiciembre 15
2016
19:45Ver Fechas

La tierra se convirtió en un paraíso que se perdió por la mano del ser humano, el individuo de hoy disfruta de los espejos, pues estos lo reflejan sólo a él y hacen que se olvide de todo lo demás, ya muchos filósofos nos expresan que el siglo XX y el XXI son los más individualistas en la historia.

Madre tierra amotinada nace de observar las acciones del ser humano en contra de la tierra, pero también es  un proyecto que desea conectar todas las formas de creación en pro de la naturaleza. 

El siglo XXI tiene como reto encontrar un equilibrio, cada año se celebra el Día de la Tierra el 26 de abril, se hacen pactos, pero estos sólo se cumplen con el compromiso no sólo  de los gobiernos, las mutinacionales y nosotros. La Red Global de la huella ecológica publicó este  8 de agosto que usamos la totalidad de los recursos de lo que la tierra puede regenerar.   Cada vez es más alarmante, estamos en un punto en el que no se puede ser indiferente a los desastres dejados por las dinámicas de la sociedad moderna.

Desde finales de los años  80, algunos  artistas ligan su práctica artística con lo ambiental lo han hecho a manera de resistencia, en donde la práctica se liga con el activismo, en donde el arte se liga a la vida  y sus procesos son respuesta de una forma de pensar, denunciar  y de actuar.

El arte es lo que no se acomoda, es lo que disuelve la mimesis de la sociedad narcisa, la interfiere y la subvierte, manifiesta su inconformidad. Las prácticas contemporáneas son procesos que se medían con la experiencia que se construyen con la comunidad, las problemáticas que atraviesa el mundo, del vacío que proporciona la institucionalidad, o la vida misma.

El arte actual es discursivo, y la obra es el mismo texto, el cual no posee una sola significación sino es polivalente, no se define desde paradigmas establecidos, es un arte que se transforma desde su propia existencia.

Por su parte el espectador se acerca y participa en estas prácticas, entabla diálogos desde lo más cercano al artista (s), experimenta las obras en su singularidad y se sitúa lo más cerca y a partir de esta percepción, crea sus propios discursos y experiencias. Así, no sólo los artistas, sino  biólogos, campesinos, estudiantes, ecologistas, psicólogos, diseñadores, comunicadores y mucha gente  se conecta  con la tierra y  lo ambiental de manera multidisciplinaria en sus propuestas.

Sólo a través de las acciones lideradas con un ánimo altruista, prácticas activistas que supone una posición  política en el sentido noble de la palabra,  quizás sea posible acercarse a micro utopías que  van  en contra  de toda  clase de violencia y de maniqueos corporativos.

La muestra infiere sobre lo qué está pasando en los páramos, los ríos, los animales en vía de extinción,  la basura no biodegradable, en los químicos en los alimentos, las patentes de las semillas, el cambio climático, la tala indiscriminada de los bosques, la destrucción, la contaminación del agua por el mercurio y arsénico utilizado en la minería y del plástico ese cáncer para el planeta.

La Madre tierra, nominada oficialmente  así por la ONU y por la  interdependencia que tenemos con  ella, salió mal librada. Nuestra Pachamama se amotina y nosotros con ella!

María Elvira Ardila
Curadora del Museo de Arte Moderno de Bogotá

¿Cuando y dónde?
Hasta: 15 de diciembre de 2016
Dirección: Calle 24 N. 6 - 00
Mar a Sáb: 10:00am - 6:00pm
Dom: 12:00m - 4:30pm
Valor de las boletas:
Estudiantes y docentes con carnet: $2.000
Particulares: $5.000

Twitter: @Bogota
Facebook: Alcaldía Mayor de Bogotá

Horario: 19:45