Vendedores informales pasan de la calle a la dignificación laboral

Algo nerviosa y ansiosa llegó María Magdalena Murcia a recibir su nuevo puesto de trabajo en la carrera 15 con calle 72. Se trata de un kiosko dotado con luz, alarma y módulos con espacio suficiente para la exhibición y venta de productos como chicles, gaseosas y cigarrillos.

María quien trabajó durante 27 años como vendedora ambulante en la Avenida de Chile, fue una de las beneficiarias del Instituto para la Economía Social, IPES, que se acogió al programa de reubicación para acceder a un kiosko y transformar sus agitados días de trabajo en la calle, a un digno lugar para vender sus productos.

Como María son 86 personas más que laboraban en la calle 72, las que recibirán kioskos como parte del proceso de entornos libres y seguros liderados por la Secretaría de Gobierno, en donde se hace énfasis en temas como seguridad y movilidad.

Además de la entrega de kioscos por parte del IPES, los 235 vendedores ambulantes de la Avenida de Chile se acogieron a distintas ofertas. De ellas, 69 personas recibirán módulos en centros comerciales, 29 optaron por apoyo para la creación de Unidades Productivas de Emprendimiento, 35 solicitaron formación y capacitación para el trabajo, 13 pidieron intermediación laboral y 3 quieren ser incluidas en el programa 'Mecato Social'.

En Bogotá hay 304 módulos dobles que se constituyen en 608 alternativas laborales de las cuales se benefician hoy más de 460 familias.



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