Así será Bogotá en el 2020

Recorrido Alcalde localidad de Usme - Foto: Prensa Alcaldía Mayor / Camilo Monsalve
Recorrido Alcalde localidad de Usme - Foto: Prensa Alcaldía Mayor / Camilo Monsalve
Publicado:
13
Jun
2016
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El Plan de Desarrollo que le aprobaron a la alcaldía de Enrique Peñalosa es uno de los más ambiciosos de la historia reciente de Bogotá y promete transformar profundamente la ciudad.

En medio de las polémicas de si se vende la ETB o no, o de si se paga por no tener Pico y Placa, los bogotanos no le prestaron mayor atención a lo que trae de fondo el Plan de Desarrollo del alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa.

Y hay que decir que si ese Plan se lleva a cabo, tal y como lo hizo Peñalosa en su primer mandato, Bogotá va a tener una trasformación extraordinaria. Como lo anticipó el propio Alcalde en su discurso de posesión: “Podemos hacer una ciudad tan extraordinaria, que hoy ni siquiera alcanzamos a imaginarla”.

Para lograrlo el Plan contempla inversiones en los cuatro años por 96,1 billones de pesos. Es un monto significativo si se tiene en cuenta que el Plan del alcalde Gustavo Petro fue de 61,1 billones de pesos y el de Samuel Moreno de 35 billones de pesos.

El documento fue construido de forma conjunta con los ciudadanos, pues más de 20.000 recomendaciones nutrieron el Plan de Desarrollo de Bogotá Mejor Para Todos.

1. El Metro y mucho más



Se trata del más ambicioso plan de movilidad de Bogotá. Primero porque va a ser Peñalosa quien finalmente comenzará la construcción del Metro, un sueño aplazado de la ciudad por más de 50 años. El Metro empezará en el portal Américas de TransMilenio e irá en un primer tramo hasta la calle 6ª con Avenida Caracas. Se articulará con el SITP y Transmilenio para una mejor movilidad. No solo ayudará a la movilidad, se hará una extraordinaria renovación urbana alrededor de las estaciones.

Pero no será solo Metro. Se estructurará la construcción de cinco nuevas troncales de TransMilenio, entre ellas la de la carrera 7a., para que la red troncal sume 170 kilómetros. Ese sistema masivo superará el rezago en materia de infraestructura, lo que ayudará a que se preste un mejor servicio.

Por otra parte la administración propone ampliar las entradas a Bogotá. Como la Autopista Norte, a cinco carriles en cada sentido; o la Carrera Séptima con tres carriles por sentido hasta la Caro; la calle 13 y la Avenida Longitudinal de Occidente, ALO, en dos fases, la primera que va desde Soacha hasta la calle 13 y la segunda desde la 13 hacia el norte. La idea es que sean vías modernas que tengan, además, TransMilenio y ciclorrutas.

Y también, se repotenciará el uso de la bicicleta. Los bici-usuarios tendrán más de 120 kilómetros nuevos de ciclorruta, es decir, se aumentará en más de una tercera parte las ciclorrutas existentes. Los peatones también tendrán más de 3,5 millones de m2 de espacio público (andenes, alamedas, plazas, plazoletas y puentes peatonales).



2. Las 4.000 cámaras para la seguridad

Un dato que poca gente conoce es que en Bogotá aumentaron los robos en 295% en los últimos tres gobiernos (2003 a 2015). No es extraño que, según las encuestas, 55% de los habitantes se sienten inseguros en la ciudad. En el Plan de Desarrollo de Peñalosa la apuesta es aplicar tecnología de última generación para la seguridad. Construirán un Gran Centro de Comando y Control que operará gracias a 4.000 cámaras de seguridad. De manera que se tendrán más herramientas de inteligencia al servicio de la tranquilidad de los bogotanos.

Se construirán además un 10% más de Centros de Atención Inmediata (CAI) en puntos críticos de la ciudad donde se presentan altas tasas de criminalidad y 1 nueva UPJ (Unidades Permanentes de Justicia).



3. Nuevos colegios y nuevos hospitales: con Peñalosa viene la mejor versión de lo social

Mucho se ha dicho de que los últimos gobiernos de Bogotá han sido de izquierda y que por ende han sido sociales. Como si las dos palabras estuvieran atadas indisolublemente. Pero la realidad es otra. En los últimos cuatro años, por ejemplo, no se construyó un colegio de principio a fin ni en los últimos 10 años se creó una nueva cama de hospital.

En la práctica estos gobiernos han gastado dinero en contratar personas o en asistencialismo, que si bien alivia dificultades del momento de las personas, no construye una solución verdadera para las familias y la sociedad.

A eso apunta el Plan de Desarrollo de Enrique Peñalosa: a construir infraestructura social de alto impacto que les cambie la vida a los bogotanos y proyectos ambiciosos, como el de la primera infancia, que ayuden de verdad a transformar la sociedad.

En materia de educación, por ejemplo, construirá 30 colegios nuevos, reformará y ampliará otros 32 colegios, y se mejorará la infraestructura de 300 sedes de instituciones educativas distritales. Con todo esto busca que 65 de cada 100 niños y niñas de Bogotá puedan estudiar en jornada única o jornada extendida.



En salud construirá seis hospitales nuevos, 4 nuevos centros de urgencias, 40 centros de atención prioritaria, y un modelo de atención único en Colombia, que elimina el calvario de los trámites y acaba con las esperas eternas para ser atendido en urgencias en Bogotá.

Y una de las apuestas más importantes del Plan es la ruta de la primera infancia: implica una inversión de $ 3,5 billones con la cual se les brindará una atención sin antecedentes a 230 mil niños de 0 a 5 años en condiciones de vulnerabilidad. Se trata de una etapa crucial para que un ser humano adquiera las competencias emocionales, intelectuales y sociales que necesita para desarrollar sus talentos y para que sea feliz.

Con ese mismo propósito, de transformar costumbres arraigadas, el gobierno de Peñalosa se propone atacar dos fenómenos que son el origen de variados problemas sociales: el embarazo temprano en adolescentes y el machismo.

A través de intervenciones focalizadas, de pedagogía y de cultura ciudadana, en Bogotá habrá menos niños no deseados, de un lado, y menos riñas, menos accidentes por decisiones temerarias y más hombres corresponsables con el hogar, por el otro.

Otro proyecto igualmente importante es la construcción de 150.000 viviendas en Bogotá. Tras cuatro años en los cuales Bogotá tuvo cerradas sus puertas para la construcción de viviendas nuevas, la propuesta del alcalde Peñalosa despertó de inmediato esperanzas entre miles de hogares.

Y por último un proyecto que promete ser toda una revolución en los barrios de Bogotá: la construcción de 100 canchas de pasto sintético iluminadas por toda la ciudad.



4. Megaobras que le pondrán un nuevo sello a Bogotá

Este es el capítulo más novedoso. Pocas veces en la historia de Bogotá se plantean obras que se salen de lo común como estas que está proponiendo Enrique Peñalosa en su Plan de Desarrollo.

El gran circuito ambiental: tiene todo para convertirse en una obra que le dará carácter mundial a Bogotá. Está compuesto por el gran sendero ecológico y rompefuegos de los cerros orientales: un sendero con una longitud aproximada de 80 kilómetros, desde Usme en el sur hasta  límites con Chía en el norte. Será lo suficientemente ancho para  ir caminando, en bicicleta o en silla de ruedas y desde allí se podrá tener una extraordinaria visión panorámica de Bogotá. En el sendero van a instalar un tubo de grandes dimensiones para que los bomberos puedan apagar los incendios forestales que se presentan en temporadas de verano.

El sendero estará bajo la protección de organizaciones ambientales, para que sean ellas las  encargadas de mejorarlo y de enseñarles a los visitantes sobre la flora, la fauna y el cuidado de las fuentes de agua.



El sendero se conectará por el nororiente con un nuevo parque que se construirá en el embalse de San Rafael. Y por el sur se conectará con el nuevo parque lineal del río Tunjuelo. Y este a su vez cruzará la ciudad de oriente a occidente hasta conectarse con el río Bogotá, en donde Peñalosa piensa construir un gran malecón.

El Gran Malecón del Río Bogotá. El proyecto busca que el Río sea el eje y gran atractivo de la ciudad. Sobre el borde del río habrá malecones arborizados, parques, edificios, restaurantes y cafés. Y así como en el sendero de los cerros, la idea del alcalde Peñalosa es que el río sea el lugar de encuentro e integración social por excelencia de la ciudad.

Pocos se han percatado de que la principal meta del Plan, que orientará la gestión del gobierno de Enrique Peñalosa, apunta a la Felicidad. Medir la felicidad no es una preocupación actual, en 1972 se propuso crear un indicador para medir la calidad de vida bajo términos más psicológicos que el Producto Interno Bruto (PIB), y de ahí surgió el término de la Felicidad Interna Bruta (FIB), que fue planteada bajo cuatro pilares: desarrollo socioeconómico sostenible e igualitario, preservación y promoción de valores culturales, conservación del medio ambiente y establecimiento de un buen gobierno.



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