Barrio Meissen: de la ruralidad al urbanismo

Publicado:
26
Nov
2012
Escucha la noticia

El Municipio de Bosa,  a partir del 17 de diciembre de 1954, mediante Decreto Legislativo 3640, entra a formar parte de Bogotá, D.E. Para ese entonces, "los Castro, Puentes, Zamora, García, Rodríguez, Chunza, Calderón, Zamora, entre otros, ya habitaban el Barrio Meissen", recuerda Zamora Castañeda.

Desde los años 40 y producto de las grandes migraciones del campo a la ciudad  y debido a la falencia en Bogotá, de desarrollos urbanos que albergaran la nueva población, se inició la conformación de barrios ilegales en los municipios aledaños a la capital, como el de  Bosa, hoy  parte del sur de la ciudad, donde antaño se encontraban las haciendas Santa Rita, El Resbalón, la Carbonera, Casablanca, la María y Maissen, esta última ubicada en la ribera del río Tunjuelito.

La zona que hoy conocemos como Ciudad Bolívar,   hacia los años 50, tuvo un primer asentamiento humano, denominado por sus fundadores  como Meissen, que fuera el primer barrio representativo de esta localidad, ya que debido a su ubicación durante años fue el paso de ingreso a toda la localidad.

El hijo de uno de los fundadores del barrio,  Luís Francisco Zamora Castañeda, recuerda: "la Compra del lote de mi hogar, se realizó el día 25 de octubre de 1951, por un valor de  $340.oo, Municipio de Bosa urbanización la esperanza antigua hacienda la María,  de 259 varas cuadradas. Mi abuela paterna compró el lote con ingresos de mi papá, ya que él no tenía libreta militar, para la elaboración de la escritura".

El Municipio de Bosa,  a partir del 17 de diciembre de 1954, mediante Decreto Legislativo 3640, entra a formar parte de Bogotá, D.E. Para ese entonces, "los Castro, Puentes, Zamora, García, Rodríguez, Chunza, Calderón, Zamora, entre otros, ya habitaban el Barrio Meissen", recuerda Zamora Castañeda.

"Los principales materiales de las primeras casas, fueron de ladrillo, lata y paroi, y tenían cultivos de hortalizas. Mi casa inicialmente fue en ladrillo y tejas de zinc, se construyó cerca del año 1956 y no contaban con ningún servicio. Mi mamá y las mujeres de la zona lavaban la ropa en el río Tunjuelito, cuyas aguas eran limpias. El agua para la cocción de alimentos la tomaban de una pila ubicada en el barrio Tunjuelito y en un nacimiento de agua ubicado en el barrio Lucero, eso no lo viví, pero fue lo que con orgullo nos contaban nuestros padres", continúa en su relato Zamora Castañeda.

Para los años 60 y debido a la continua violencia en los campos colombianos, las migraciones continúan. Simultáneamente, las industrias empiezan a ubicarse en la autopista sur. Este auge de la industria, permite abrir nuevas fuentes de empleo no calificado, hecho que promueve los asentamientos marginales al sur de la ciudad.

Parelelo a este crecimiento, se masifica la extracción de  materias primas para la fabricación de ladrillo, baldosas, acabados y demás materiales de construcción. Los nuevos habitantes de la zona, son auto-constructores. Pasan poco a poco de las casas de Paroi a pequeñas edificaciones de ladrillo.
Crece la marginalidad

Continúan creciendo los cinturones de miseria y las haciendas que antes conformaban el municipio de Bosa, paulatinamente son tomadas por los urbanizadores piratas que "masifican de diversas maneras el negocio de la venta de predios a través de la demarcación, división y loteo de terrenos" (1).

Al llegar a la ciudad, la población que migra, se enfrenta a la escasez de oportunidades de trabajo, a la imposibilidad de pagar un arriendo y se marginan de la ciudad, para conseguir en las afueras de la misma, un pequeño terreno que puede invadir y/o comprar con el poco dinero que ha traído de un lote.

La vivienda se caracteriza por ser precaria provocando el deterioro de los sectores antes agrícolas y el material de construcción que utilizan para sus viviendas es variado, madera en muchos casos conseguida de la deforestación del sector, paroi, láminas y en pocas casos ladrillos y tejas de zinc. No hay acceso a los servicios públicos, no hay vías y progresivamente se van contaminando las fuentes de agua natural.

Así, la ciudad crece sin ningún tipo de planificación, sus límites son rodeados por barrios informales con el creciente nacimiento de urbanizaciones ilegales y el suelo que antes albergaba cultivos de trigo y cebada, cambia su utilidad y se transforma con la aparición de canteras para la explotación de gravas y arcillas.

"Jesús Antonio Zamora Cruz, uno de los fundadores del barrio, fue promotor y siempre hizo parte de la Junta de Acción comunal. En esa época se hacían bazares para recolectar fondos para el barrio y con ellos se fueron construyendo los primeros predios comunitarios. La asistencia del Estado no existía. Nunca recibimos ayuda económica", comenta Zamora Castañeda.
Nueva era

A través del Acuerdo 14 de 1983, se crea la Alcaldía Menor de Ciudad Bolivar. Sólo hasta entonces, se inicia el estudio y formulación de planes de desarrollo, proyectos de inversión, que incluyen la iniciación de obras de infraestructura como vías, amoblamiento urbano y el análisis de legalización de los barrios informales que la conforman.

"Al llegar mis papas al barrio el punto más cercano de la ruta de transporte era San Carlos y debían caminar desde allí hasta la casa, las quebradas (La Pichosa, Chinarrosa, entre otras) tenían puentes de madera que luego fueron derrumbados. El último puente construido es el que conecta al Barrio Meissen con el Tunjuelito", nos cuenta Luís Francisco Zamora.

También, recuerda que "un IDEMA, funcionó en el predio, desde los años 70 hasta principios de los 80, este fue asaltado por el M19, quienes repartieron los alimentos a la comunidad. Anteriormente, en este predio quedaba la capilla del barrio, construida en lata, madera y teja de zinc; en dicha capilla oficiaron misa los curas guerrilleros Camilo Torres y Domingo Laín. El cura Domingo Laín trabajo en la ladrillera San Marcos ubicada en lo que actualmente es el barrio Candelaria la Nueva".

Con la pavimentación de las vías, que estaban demarcadas desde los años 50 cuando se inició la construcción del barrio, las nuevos asentamientos poblacionales en las montañas que colindan con Casucá, tuvieron como único acceso a sus viviendas la vía principal del barrio Meissen.

Cuando se crea la Alcaldía Menor de Ciudad Bolivar, en el barrio todas las casas estaban construidas en ladrillo y sus moradores contaban con todos los servios públicos, gracias al trabajo mancomunado de sus habitantes.

Años de inundaciones

En las épocas invernales los bogotanos siempre leíamos en los principales diarios cómo en las zonas aledañas al Río Tunjuelito, se presentaban grandes inundaciones y se describían los daños sufridos en las viviendas, los muros, colapso de divisiones de patios y perdida total o parcial de los enseres domésticos. Y el barrio Meissen, siempre terminaba inundado por las fuertes corrientes del río Tunjuelito.

"En el barrio siempre se presentaron inundaciones principalmente en los meses de mayo y octubre (meses de lluvia). Cerca al nuevo puente, existían casas que fueron demolidas en los años 70, debido a las inundaciones que se presentaban en la zona, los habitantes fueron reubicados en el Barrio las lomas y Quirigua", comenta Zamora Castañeda.

"La última inundación fue en el año 1996. Estas se acabaron gracias a los trabajos realizados por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá. Pero luego se vieron afectados por inundaciones los Barrios Tunjuelito y San Benito. En esa época las inundaciones eran fuertes, ya que el río tenía muchas curvas. El cauce del río ha sido modificado a través de estos años en el tramo comprendido entre el Barrio San Benito y Meissen, hoy  barrio La Playa I y II sector", recuerda Zamora.

El sector se ha transformado y con la construcción de la Presa Seca de Cantarrana, por parte de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, obra de ingeniería de control de corrientes, las localidades de Usme, Ciudad Bolivar, Kennedy y Tunjuelito, se han beneficiado al mitigar la presencia de inundaciones generadas por las crecientes del río Tunjuelito.

Pero Cantarrana también ha traído al sector un ambicioso plan de recuperación del Tunjuelo, como se le conoce popularmente y su entorno ambiental. Hoy el sector cuenta con 3.5 kilómetros de cicloruta, pista de patinaje, senderos ecológicos, reserva forestal y ambiental.