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COVID-19 en Bogotá: un año salvando vidas

Así luchamos durante los últimos 12 meses para sacar a Bogotá adelante: un año salvando vidas

La pandemia hizo que el contrato social y ambiental para la Bogotá del siglo XXI, surgiera con mayor ímpetu. El cambio se comenzó a gestar antes de lo esperado. ¡Estos fueron nuestros desafíos, y así los superamos!

Bogotá a un año de la pandemia por COVID-19

Te contamos paso a paso lo que ocurrió en los últimos 12 meses

Entre enero y marzo de 2020 vimos nacer una pandemia

Desde el 4 de enero de 2020 el mundo empezó a ver en las noticias el seguimiento que hacía la OMS a un brote de un coronavirus en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China. El 13 de enero, en Tailandia se da el primer caso por fuera del gigante asiático y, con el tiempo, se incrementan los registros en varios países. El 6 de marzo se registra el primer caso en Colombia y el 11 del mismo mes la OMS declara el la COVID-19 como una pandemia.

El 11 de marzo de 2020, tras evidenciarse la presencia del virus en la ciudad, la alcaldesa Claudia López anunció la Alerta Amarilla, con medidas específicas de autocuidado personal y colectivo, así como protocolos para la atención médica. El 20, 21, 22 y 23 de marzo se determinaron como fechas para adelantar un simulacro vital como preparación ante la eventualidad de una cuarentena en la ciudad. El 25 de marzo inició la cuarentena general en Colombia.

El 25 de marzo de 2020 la Alcaldía de Bogotá lanzó el programa Bogotá Solidaria en Casa; a través del cual se recibieron donaciones económicas y en especie a través de una plataforma de la ciudad que incluyó a la Cruz Roja. En esa misma fecha se anunciaron medidas para modificar el calendario tributario; medidas de cuidado en infraestructura recreodeportiva y cultural; acciones de prevención en la movilidad con algunos elementos en buses del SITP y TransMilenio; control a la llegada de vuelos comerciales y las primeras estrategias de mitigación del impacto en el sector productivo y conservación del emplo. Con esta estrategia se inició el Ingreso Mínimo Garantizado para las familias más pobres que padecieron los embates económicos de la pandemia. Empresas y ciudadanos hicieron sus donaciones.

En medio de las estrictas medidas para evitar los contagios del coronavirus SARS-CoV-2 se extendieron las cuarentenas y las ciudades tuvieron que equilibrar la balanza entre proteger la economía y cuidar la salud de la ciudadanía. Producto de este intenso debate que sostuvieron científicos y académicos, que derivaron en nuevas reglamentaciones: el 10 de mayo se establecieron las Zonas de Cuidado Especial en la ciudad, las cuales tendrían vigilancia epidemiológica y aislamientos coordinados para un determinado grupo poblacional.

La alcaldesa Claudia López y su equipo se vieron en la obligación de replantear el Plan de Desarrollo para Bogotá. El nuevo documento, sancionado el 11 de junio de 2020, tomó en consideración el incremento de la pobreza a raíz de la pandemia y la quiebra de microempresarios que son el motor de la economía en la capital. A partir de entonces, el Plan de Desarrollo “Un Nuevo Contrato Social y Ambiental para el Siglo XXI” sería la hoja de ruta para estimular la economía, proteger a las Pymes capitalinas y ponderar un ingreso mínimo garantizado para los más vulnerables.

Con un buen trecho recorrido evitando las aglomeraciones y promoviendo medidas de autocuidado con cultura ciudadana; muy pronto las medidas de apertura de la economía y retorno gradual a las actividades pasaron su factura. El costo epidemiológico de estas acciones derivó en el primer pico de la pandemia, seis difíciles semanas que arrancaron en julio y terminaron en agosto. A pesar de la alta demanda de UCI y la desesperación de las familias que tuvieron que enfrentar la enfermedad, en Bogotá ninguna persona que requirió asistencia médica se quedó sin recibirla. Pronto las medidas de epidemiológicas surtieron efecto y finalizando el mes de agosto, la ciudad superó la primera ola de la pandemia.

Superado el primer pico de la pandemia, el Gobierno Distrital estableció nuevas medidas para continuar con la reactivación de la economía y retorno gradual a las actividades. Aumento del aforo en el transporte público, planes piloto para retorno a clases y reinicio de las actividades comerciales, productivas y de comercio. La Nueva Realidad les exigía a todos que las medidas como el autocuidado, uso del tapabocas, lavado de manos y ventilación de sitios cerrados tenían que volverse cotidianas y no había excepciones porque el virus tampoco las tenía.

No solo la Administración Distrital trabajó día y noche para garantizar la salud y el bienestar de todos los bogotanos. El Concejo puso el acelerador para realizar control político a cada una de las decisiones de la Alcaldía y aprobar los decretos y otros ajustes normativos necesarios para que la ciudadanía pudiera recibir sus ayudas y enfrentar la pandemia. A través de esta estrategia, el distrito podrá aumentar su cupo de endeudamiento, entregar ingreso solidario a 900.000 hogares, garantizar educación superior para 80.000 jóvenes, garantizar acceso a vivienda para miles de familias, entre otras acciones.

A pesar de las medidas y la prohibición de fiestas y reuniones, era apenas comprensible que parte de la ciudadanía anhelara el encuentro con sus familias en las fiestas decembrinas. Ese fue uno de los grandes desafíos al finalizar el 2020: controlar las aglomeraciones en los hogares con acciones decididas de cultura ciudadana y pedagogía. A pesar de los esfuerzos, los encuentros familiares se dieron y produjeron un segundo pico que cobró miles de vidas. Pronto los ciudadanos fueron conscientes de las consecuencias que traían las reuniones y buscaron alternativas. El segundo pico se controló en las dos primeras semanas de enero con cuarentenas por localidades y sectorizadas que pronto redujeron la velocidad de contagios y demanda de UCI.

En Bogotá la vacunación arrancó el 18 de febrero de 2021 con la aplicación del biológico de laboratorios Pfizer al personal de primera línea de atención de la pandemia. Posteriormente, con la llegada de un lote de vacunas del laboratorio Chino Sinovac, inició la vacunación de personas mayores de 80 años en instituciones de cuidado y por agendamiento con las EPS. Al 4 de marzo de 2021, en la capital se habían vacunado 54.510 personas en un esfuerzo sin precedentes que articuló a las EPS, IPS y la Administración Distrital. Mientras la vacunación arrancaba en la ciudad, los estudiantes regresaban a los colegios de manera gradual y progresiva.

Estas han sido las historias durante este año de pandemia

Historias de resiliencia, las cuarentenas para evitar la propagación del virus, los desafíos por salvar vidas en clínicas y hospitales, y la luz de la esperanza que representa la vacunación.

Todo lo que debes saber sobre nuestra lucha contra el COVID-19