Proyectar el futuro de una empresa no es nada fácil, dado que requiere integrar dos herramientas fundamentales: la parte comercial y la parte financiera. Pero ¿cómo hacerlo?. Manejar una empresa y sostenerla siempre en el mismo nivel no es una tarea sencilla, para lograrlo se necesita llevar un equilibrio y armonía en todas las áreas de las que ella depende.
El éxito de su inversión depende de la dedicación y el seguimiento que lleve juiciosamente sobre el rendimiento financiero de la misma.
¿Qué elementos integrar?
Punto de equilibrio: Éste se determina a través de un análisis de sensibilidad, la utilidad esperada, gastos y volumen; precio de venta dados unos gastos fijos y variables, entre otros.
Mezcla óptima de productos: Una vez se tiene el punto de equilibrio, defina cuales son los puntos que contribuyen a las utilidades y qué rentabilidad aportan.
Cartera al costo: La rotación de cartera se calcula con la cifra que muestra el balance, comparado con el volumen de ventas y este resultado se afecta por los días del periodo a calcular. La cifra del balance incluye la utilidad en la cuenta, por lo tanto, la inversión en cuentas por cobrar afecta el capital invertido en capital trabajo.
Costo de oportunidad del capital de trabajo: En este punto se debe restar el activo corriente y pasivo corriente, es decir, las compañías se soportan en sus inventarios y la cartera a clientes, menos las cuentas por pagar a proveedores.
Elementos de análisis de la parte operativa y de la financiera
Estructura del capital de trabajo: Este aspecto se encuentra divido en cinco puntos que exigen un buen manejo del capital trabajo:
- Capacidad para generar efectivo.
- Capacidad de pago.
- Manejo de los inventarios.
- Gstión de la cartera.
- Nivel de reposición de dicho capital
Unificando estos puntos, la organización y el flujo de los ingresos y egresos de su compañía marcharán de manera óptima.
