En Ciudad Bolívar se habla Wounaan y Español

16·MAR·2015
Un colegio público de Bogotá acoge a 37 niñas y niños de la comunidad indígena Wounaan, desterrada del Chocó por la violencia. Ellos no hablan español, ...
Comunidad Indígena

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Un colegio público de Bogotá acoge a 37 niñas y niños de la comunidad indígena Wounaan, desterrada del Chocó por la violencia. Ellos no hablan español, sus compañeros y maestros no hablan ‘wounaan meu’. De este dilema surge una experiencia cultural extraordinaria.

Dejaron atrás la tierra de sus ancestros y se asentaron en el sur de esta ciudad fría, de esta Bogotá que les resulta tan gris y tan extraña, para comenzar una nueva vida.

Ahora son 37 las niñas y los niños que acompañan a los viejos sabios, las madres, los tíos y todo el linaje de un pueblo indígena golpeado por la violencia, el pueblo desterrado de los Wounaan. Y cada vez que una nueva familia de esta comunidad indígena llega del Chocó a Ciudad Bolívar, el colegio oficial La Arabia les abre sus puertas.

Pero acoger a las niñas y niños wounaan en un salón de clases no es el único reto de esta escuela. Ellos hablan ‘wounaan meu’, su primera lengua. Sus compañeros de clase, edad y juegos hablan español. Una oportunidad que alentó a los maestros de este colegio oficial a idear una manera de enseñarles manteniendo viva y radiante su identidad, su espíritu, sus sueños con animales salvajes y árboles gigantes.

Así nace la única ‘aula de inmersión’ donde se enseña español como segunda lengua en la ciudad. Un salón de clases donde es posible sumergirse en una mixtura cultural, en un viaje fantástico a nuestro propio país, ya que también allí los otros niños aprenden ‘wounaan meu’.

Se habla español
La desventaja de no dominar la lengua del lugar en donde ahora habitan, se traduce para los niños de este pueblo indígena en aislamiento. Ante esta circunstancia, a estos pequeños no les quedaba más remedio que pasar largas horas en casa o en el centro de la ciudad acompañando a sus padres a vender artesanías, siendo testigos mudos de una realidad que les era ajena en muchos sentidos, que no entendían y en la que no encontraban su lugar.

El colegio La Arabia, quiso garantizar el derecho de esta población de acceder a una educación incluyente. Óscar Posada, un docente con experiencia en procesos con comunidades indígenas, fue quien se le midió al reto de trabajar con los niños wounaan y a meterse de cabeza en la aventura de enseñarles español, matemáticas y todos los aspectos de la cultura ‘mestiza’ que predomina en la capital.

Para ayudarlo, acompañando el proceso ha estado Euclides Chaucaram, un miembro de la comunidad que sirve de intérprete para las clases en las que se les enseñan a los niños del cabildo los conocimientos básicos para hablar y entender el español, tanto hablado como escrito.

Así, el trabajo del aula con los niños wounaan se ha enfocado en dos frentes: les enseñan a hablar y a escribir español, nociones básicas en matemáticas y les dan las herramientas para desenvolverse en una sociedad donde la educación es un imperativo; y trabajan para que las costumbres y los conocimientos de su pueblo no se pierdan.

En la actualidad, el colegio cuenta con 25 niños y niñas wounaan de entre 5 y 11 años en el aula de aceleración y de aprendizaje del español. Otros 12 niños y jóvenes, que culminaron exitosamente el proceso, ya están en aulas regulares adelantando sus estudios.

Por Nicolás Rodríguez Chaparro
Foto Julio Barrera

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