A propósito del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, que se realizará en la Plaza Cultural La Santamaría de Bogotá el 22 de julio, y del Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, que se celebrará el próximo 25 de julio, la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte invita a reflexionar sobre cómo prevenir la discriminación hacia las personas negras, raizales o palenqueras para evitar los estereotipos que atentan contra estas comunidades.  

De acuerdo con el diagnóstico realizado durante 2022 por la Dirección de Observatorio y Gestión del Conocimiento para la estrategia SOMOS de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, el color de piel es el primer motivo por el cual las personas en Bogotá perciben que se ejerce discriminación en la ciudad. De allí que el 78% esté de acuerdo con la importancia de implementar acciones para prevenir toda clase de segregación o exclusión. 

A pesar de que solamente el 8% de la ciudadanía consultada admitió haber ejercido algún tipo de discriminación contra las personas negras, afrocolombianas, raizales o palenqueras en Bogotá, sigue siendo muy frecuente el uso de expresiones como: "negrito/negrita" (51% la utiliza), “esa persona es muy negrera” (44%), “trabajar como negro para vivir como blanco” (42%), “está en mi lista negra” (30%), "tiene humor negro" (25%), o “es la oveja negra de la familia” (25%), las cuales tienen una carga peyorativa sobre la palabra negro.

“Estamos convencidos de la necesidad de visibilizar las iniciativas artísticas y culturales de las personas negras, raizales y palenqueras, para que la ciudadanía pueda conectarse con su historia y analice, desde una perspectiva crítica, los diversos fenómenos sociales, ya que este es el primer paso para transformar los estereotipos y los prejuicios que afectan el ejercicio de los derechos humanos de esta población. Cuando se promueven las narrativas y los puntos de vista que estas comunidades aportan a la cultura, nos enriquecemos y matizamos nuestra realidad”, señaló Catalina Valencia, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte.

Hay camino abonado, esto es lo que revela la encuesta:

- Gran parte de la ciudadanía en Bogotá tiene representaciones sociales positivas sobre las personas negras y afro. Se visibiliza como un aspecto favorable su participación en los deportes, la política y las artes.

- Se evidencia que para más del 78% de la ciudadanía, las personas negras y afro valoran mucho el estudio y cerca del 70% las considera muy trabajadoras; además, el 70% respalda el reconocimiento de las prácticas lingüísticas de personas palenqueras

- El 96% de los bogotanos y bogotanas consultados asegura que sus encuentros con estas comunidades han sido positivos.De hecho, en las localidades de Los Mártires (33%), Antonio Nariño (30%), Usaquén (29%) y Santa Fe (28%), los encuestados consideran que los aportes de las personas afrocolombianas han mejorado su bienestar en temas como economía, seguridad, convivencia, trabajo y movilidad.

- La encuesta confirma que se mantienen presentes estereotipos que sitúan a las personas negras y afro en los niveles socioeconómicos más bajos (para más del 69% de los encuestados estas comunidades se encuentran en estratos 1 y 2).

- Igualmente, solo el 21,3% está de acuerdo con la implementación de acciones afirmativas para garantizar el acceso de personas negras y afro a la educación superior pública.

“Desde el arte y la cultura hemos abierto la puerta a la construcción de imaginarios diversos y entornos seguros tendientes a la eliminación del racismo y la discriminación contra las personas negras y afrodescendientes. Esta apuesta no solamente es por sus derechos, sino para romper con los estereotipos y reconocer el talento de sus creaciones, que siempre alientan el respeto y la inclusión, dando cuenta de la riqueza creadora que surge cuando estamos dispuestas a reconocernos mutuamente”, concluyó Valencia. 

Nuevas formas de cuidado

Analizando los resultados de la encuesta, se puede concluir que en el proceso de construir una ciudad cuidadora y respetuosa de la diferencia, se deben encontrar nuevas formas de reconocer y garantizar el ejercicio pleno de los derechos de las personas negras y afro. 

El mayor reto está en que, cada vez más, la ciudadanía en Bogotá se permita compartir diferentes espacios con personas negras y afrocolombianas desde el respeto. Solo así se logrará el cambio de comportamiento necesario para comprender la historia, prácticas y creencias de esta población, el cual será indispensable para reconocer que se encuentra en diversos espacios físicos y sociales de la ciudad.

Cada encuentro será una posibilidad para comprender distintas visiones del mundo, nuevas formas de existir en la ciudad e infinidad de estrategias para el cuidado mutuo. Una ciudad cuidadora es aquella que acoge a todas las personas que hacen parte de ella.