El estornudo, la falta de apetito, los dolores de garganta y de oído, entre otros malestares, pueden ser síntomas de estados gripales o enfermedades respiratorias agudas de estudiantes que requieren atención médica.
Estos síntomas se incrementan durante este mes y en octubre, debido a que en Bogotá inicia la época de lluvia que viene acompañada de cambios bruscos de temperatura, los cuales desencadenan cuadros asociados con dichas enfermedades.
Frente a ello, la Secretaría de Educación del Distrito, SED, está preparada con acciones y estrategias que desarrolla el Componente de Salud Escolar de la Dirección de Bienestar Estudiantil, en los colegios oficiales de la ciudad. Así, previene enfermedades y promueve la salud en el contexto escolar.
Dentro de las estrategias, está la herramienta Sistema de Alertas que le permite al colegio reportar en el “Módulo Necesidades Educativas Especiales Condición Transitoria”, las ausencias a causa de enfermedad respiratoria aguda. De esta manera, la SED puede llevar un censo de los y las estudiantes diagnosticados.
Cuando el número de estudiantes diagnosticados sobrepasa el 10% con relación a la cantidad de estudiantes en el aula, debe considerarse una alerta para tomar medidas en coordinación con la Dirección de Bienestar Estudiantil y la Secretaría Distrital de Salud.
Así mismo, los casos conocidos de estudiantes hospitalizados por enfermedades respiratorias agudas y/o de mortalidad a causa de este diagnóstico, deben ser notificados al Hospital de la localidad de forma INMEDIATA.
Tips para prevenir e identificar sintomatología
Prevención
Vacunación oportuna.
Inculcar el hábito de lavado de manos.
Ventilación en sitios de concentración de estudiantes.
Consumo de líquidos en el menú habitual de estudiantes con síntomas respiratorios.
Informar al padre de familia o cuidador la aparición de signos de alarma.
Uso de tapabocas cuando es indispensable que el estudiante asista al colegio.
Dificultad para respirar o asfixia.
Dolor en el pecho al respirar o toser.
Decaimiento o cansancio excesivo.
Fiebre mayor de 38,5 grados centígrados por más de tres días consecutivos
