El Teatro Cádiz

Este teatro toma su nombre de la ciudad española donde estuvo preso y se fugó el precursor de la independencia Antonio Nariño. Se ubica en el corazón del conjunto residencial  Centro Urbano Antonio Nariño (primer proyecto de vivienda horizontal que tuvo Bogotá). Más exactamente frente a Corferias, en la carrera  25 No. 22ª-13, interior 41

Es una propuesta cultural, surgió del rescate de un antiguo cinema que funcionó durante los años sesenta y setenta en este lugar, y que se encontraba abandonado y se había convertido en refugio de indigentes y maleantes.

En el 2003, un grupo de vecinos y residentes interesados por la cultura se dieron a la tarea de recuperar el inmueble, tarea que no fue fácil dado el estado de abandono del lugar, y ante la negativa que recibieron en un primer momento por parte de la Junta Administradora del Conjunto.

Con el cambio de Junta en el año 2006, se logró el apoyo para la recuperación. En dicho año se le hizo limpieza y se logró el arreglo del baño de damas, también con donaciones de Cine Colombia y Cemax, se pudo  aderezar  las sillas y los desagües.

El teatro tiene  una extensión de 450 mts cuadrados, posee cuatro niveles: sótano, vestíbulo, teatro y una cabina para el manejo de luces y la proyección. Tiene un hall en el cual funciona un Café Arte que ofrece una variada programación cultural y una oferta gastronómica. La sala del teatro tiene una capacidad para 380 personas y un escenario con un área de 65 mts cuadrados  con piso de madera. Hay también un camerino, dos puertas de acceso y dos salidas de emergencia.

En este teatro se han presentado espectáculos de diverso tipo y en su mayoría gratuitos: conciertos, música clásica, recitales de poesía, exposiciones de fotografía y pintura. En el año 2007 se realizó en este recinto el Primer Festival Internacional y Popular del Libro (actividad paralela a la Feria Internacional del Libro de Corferias).

Este lugar también se alquila para realizar eventos de diverso tipo (empresariales, lanzamiento de marcas, ferias, fiestas).

Por: Néstor Camilo Garzón Fonseca, Educador e historiador