Músicas del mundo en la FUGA con Carlos Andrés Gómez

La propuesta de Carlos Gómez Montoya se alimenta de las músicas indígenas colombianas, el jazz y las músicas contemporáneas, construyendo un sonido introspectivo, que de manera poética, describe los hilos que tejen el interior del ser con su mundo exterior. Se trata de una música que surge de un territorio donde confluyen el ancestro indígena, negro y occidental. Así, en este encuentro de culturas y pensamientos, se origina una sonoridad íntima, la cual invita a la meditación, reflexión y conexión con lo esencial.

En sus composiciones ejecuta flautas indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y del altiplano cundiboyacense, así como la flauta traversa occidental, el saxofón y el metalófono.Carlos Andrés Gómez MontoyaSus primeros estudios musicales los realizó en la Universidad El Bosque dentro del programa de cursos libres de jazz en el año de 1998. En esta misma institución se graduó de la carrera de música obteniendo el título de ¨Maestro en música con énfasis en ejecución instrumental: flauta traversa¨, en el año 2004. Simultáneamente estudió gaita y folclor de la costa caribe con el maestro Orlando Yepes de los gaiteros de San Jacinto Bolívar en el año 2002. Durante los años 2004 y 2005 estudió jazz con el maestro Tico Arnedo. En el 2016 obtuvo el título de Magíster en Musicoterapia de la Universidad Nacional de Colombia. Desde sus inicios artísticos hasta la actualidad ha conformado diferentes grupos de reggae, jazz y afrobeat, entre otros.

A su vez, se ha dedicado a la investigación, aprendizaje y práctica de las culturas indígenas colombianas, estudiando su música y su contexto sociocultural. Dicha investigación inició con su tesis del pregrado llamado “La flauta Watcu: seguridad y prevención del pueblo Wiwa de la Sierra Nevada de Santamarta” (Mejor trabajo de investigación de la facultad de artes de la Universidad El Bosque, 2004). A partir de esta tesis, establece una relación importante con los indígenas de esa zona del país que se mantiene vigente. En el 2008 se integra a la comunidad muisca de Ráquira, Boyacá, donde continúa profundizando su aprendizaje y práctica de la ancestralidad. Reuniendo todas estas experiencias, realizó su tesis de la Maestría en Musicoterapia sobre la incorporación de elementos de la ritualidad indígena en una intervención musicoterapéutica con jóvenes víctimas del conflicto armado colombiano, recibiendo mención meritoria por dicho trabajo.