El Cerro de Monserrate siempre ha sido conocido como un sitio de peregrinación para creyentes y también un atractivo para los turistas que quieren captar fotos de la capital desde su cima. Sin embargo, son muchas las historias que se rumoran sobre si las parejas que suben a Monserrate terminan su relación o no.
En este 14 de febrero que se celebra el Día de San Valentín, ¿te arriesgas o no a subir al cerro emblemático de Bogotá con tu pareja?
Para que conozcas más de este mito urbano, Portal Bogotá habló con Leidy Díaz, guía del Instituto Distrital de Turismo (IDT) quien tiene más de cinco años de experiencia en su labor, y a través del voz a voz ha escuchado varias historias que se han convertido en narraciones rodeadas de fantasía.
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"Hay muchas versiones y creencias populares sobre este tema. Una de ellas es que se cree que las personas que están comprometidas con su pareja o quizá se quieran casar, suben a Monserrate y si esta persona no les conviene o no es la indicada, definitivamente se separan. Por otro lado, hay quienes dicen que si la persona es la correcta en la vida de alguien y suben a Monserrate, van a permanecer toda la vida", afirmó Leidy Díaz, guía de turismo.
¿Subir o no subir a Monserrate en pareja?
Cierto o no, varias personas dicen creer en este mito y cuentan sus anécdotas, como es el caso de la experiencia personal que tuvo Leidy en el Punto de Información Turística, que se encuentra en la parte de arriba del cerro.
"Alguna vez una persona se acercó y me pidió que le prestará electricidad para conectar un bafle porque le iba a dar un concierto a la novia de su amigo que estaba abajo en la taquilla para subir; él tenía un ramo de flores y después de esperar mucho tiempo, nunca subieron los enamorados. Según el amigo que estaba arriba, la pareja se había peleado en la taquilla; no alcanzaron a subir y terminaron su relación", asegura Leidy Díaz.
Y añadió: "Son muchos mitos frente a este tema y hay otros tantos alrededor de la figura del 'Señor Caído', que es el monumento principal de este lugar por el que más fe tienen los creyentes en Bogotá y dicen que al intentar bajarlo se pone más pesado".
A la fecha se ha dicho mucho de este lugar: que a la estatua de Jesús le crece el pelo, que el Cerro contiene un volcán dormido y despertará algún día, que en sus faldas habita un burro parlante. Y qué decir de la estrofa de uno de los himnos santafereños: 'Los Cucaracheros' de Garzón y Collazos:
El que en Bogotá no ha ido con su novia a Monserrate.
El que en Bogotá no ha ido con su novia a Monserrate,
no sabe lo que es canela, ni tamal con chocolate.
Oye, chinita querida, de la alborada lucero,
si tú, me dejas por otro del guayabo yo me muero.
Sin embargo, la más repetida en reuniones de amigos, familiares o compañeros de trabajo, es la relacionada al amor; sale a flote esta conocida superstición: los novios que suben al cerro, por muy enamorados que estén, dice que se separan.
Unos lo confirman, otros lo niegan; el hecho es que hasta hoy es una leyenda que nunca deja de mencionarse.
¿Tú qué dices?
