Bogotá Humana aumentó acciones para acabar con el trabajo infantil

A través de una alianza establecida entre la Secretaría de Educación del Distrito y la Fundación Telefónica Colombia, la entidad realizó una inversión que supera los $974 millones, con el fin de atender integralmente a 3.736 niñas, niños y jóvenes trabajadores o en riesgo de serlo, 2.847 más que en 2012.

Cuarenta y cinco colegios son los encargados de identificar y rescatar a los estudiantes involucrados en actividades informales como comercio callejero, reciclaje, mendicidad que pertenecen a familias desplazadas, cabildos indígenas o están desescolarizados para sumarlos a esta estrategia.  

El trabajo es integral
Estos estudiantes son vinculados a actividades de refuerzo escolar, lúdicas, recreativas y deportivas de manera extracurricular; los docentes a procesos de sensibilización y formación en el tema del trabajo infantil y con las familias se realizan procesos de fortalecimiento para que ellas mismas sean garantes de los derechos de sus hijas e hijos.

La caracterización de las niñas, niños y jóvenes se realiza en los colegios y posteriormente se realizan visitas domiciliarias en las que se desarrolla una valoración de la situación familiar.

En el caso de identificar problemáticas graves, se genera una atención especial por parte del equipo psicosocial (trabajadora social y/o psicóloga del proyecto) mediante sesiones individuales con el grupo familiar y se inicia el proceso con la redes de apoyo y la ruta establecida a nivel distrital. El programa presta atención tres días de la semana en contra jornada, de 8:00 a.m. hasta las 12:00 m. y de 1:00 p.m. a 4:30 p.m.

Las áreas de formación definidas son: música, manualidades, generación de ingresos y refuerzo escolar. La generación de ingresos se desarrolla como electiva para el grupo juvenil que se encuentra entre los 15 y 17 años (trabajo protegido), orientado a capacitar a las y los jóvenes en un arte o labor específica que les permita proyectarse en trabajos diferentes a los que generacionalmente desarrollan sus familias (reciclaje, trabajo doméstico o ventas ambulantes).

Para el secretario de Educación, Oscar Sánchez Jaramillo, “las consecuencias del trabajo infantil son nefastas, la primera es la deserción escolar que lleva a que muchos estudiantes se suman en condiciones de pobreza. Un niño que abandona el colegio tiene más probabilidad de quedarse en la pobreza, que el que terminó la secundaria y tiene alguna opción de seguir una carrera técnica o tecnológica, de allí nuestros esfuerzos para erradicar la explotación infantil y garantizar el Derecho a la Educación”. 

El tema de refuerzo escolar se realiza con apoyo académico a quienes tienen  logros  pendientes, enfocando  la orientación  de manera personalizada, con el fin de incrementar la motivación y el interés hacia sus labores académicas, tales como tareas, exposiciones, trabajos, investigaciones, entre otros.
De vender aromáticas, al refuerzo escolar

“María” fue identificada en el colegio distrital Saludcoop de Kennedy por trabajar vendiendo aguas aromáticas y tintos en compañía de su papá, a las afueras del matadero de San Martín todas las madrugadas. Pero desde que ingresó al proyecto, dejó de trabajar y está más tiempo con su abuela.

Gracias a las visitas y el acompañamiento de los trabajadores sociales del programa, el padre de María tomó la decisión de no llevarla más al matadero. “Mi papá ya no me lleva a trabajar porque no me alcanza a traer al colegio para las actividades de programa, ahora estoy más feliz porque ya no tengo que madrugar tanto y tengo más tiempo, para estudiar, jugar y compartir con mi  abuela”

De esta forma, la SED continúa trabajando en el cumplimiento del Plan de Desarrollo, Bogotá Humana, en su eje estratégico de reducir la segregación y la discriminación y su objetivo de “reconocer y garantizar el ejercicio, restablecimiento y reparación de los derechos de toda la ciudadanía”.