Un total de 93 personas víctimas del delito de trata de personas han sido atendidas por la alcaldía de Enrique Peñalosa desde 2016, de las cuales un 82 por ciento (76) han sido mujeres.
Creamos ruta de atención a victimas de trata de personas. Hemos atendido 93 casos desde 2016.
— Miguel Uribe Turbay (@MiguelUribeT) 30 de julio de 2018
La trata es la esclavitud del siglo XXI y debemos unir esfuerzos para visibilizarla y combatirla.
En el Día Mundial contra la Trata de Personas decimos: #BogotáSinTratapic.twitter.com/IJhkI2hlUL
Así lo reveló el secretario de Gobierno, Miguel Uribe, quien destacó durante el ‘Día Mundial contra la trata de Personas’ que la presente Administración ha priorizado la atención integral a las víctimas, a la vez que viene aumentando la capacidad para persuadir a los criminales.
“La mayoría de casos ocurren con personas entre los 15 y 27 años, seguido de adultos entre los 28 y 59 años. Desde el 2016, se han reportado 5 casos contra menores de edad y un caso con adultos mayores”, reveló.
La explotación sexual sigue siendo la finalidad más frecuente dentro de los casos atendidos (64), seguido por trabajos forzados (8) y el matrimonio servil (4).
También se reportaron 68 casos de trata externa, cuando la captación ocurre en un país y la explotación en otro diferente. Los otros 25 fueron casos de trata interna.
Las localidades con mayor número de víctimas son Ciudad Bolívar (5), Bosa (4) y Fontibón (4). Sin embargo, la mayoría de casos (68) no reportan una localidad en específico.
Mientras que los países donde ocurrieron los hechos fueron Colombia (59 casos), Venezuela (9) y Costa Rica (2). De las 93 víctimas, 20 no reportaron un país en particular.
La ruta distrital de lucha contra la trata de personas, de la Secretaría de Gobierno, brinda asistencia inmediata con alojamiento temporal, alimentación, atención en salud, transporte para regresar al lugar de origen y atención jurídica para activación de ruta de denuncias. Además, brinda asistencia psicológica, representación judicial, oferta de educación y formación para el trabajo y la generación de ingresos.
Este año, la alcaldía Peñalosa lideró la creación de la Red de comités departamentales de Lucha contra la trata de personas para promover acciones con impacto nacional.
“Vamos a tener una agenda conjunta para prevenir este delito y para atender casos en los que identifiquemos posibles víctimas”, explicó Francisco Pulido, subsecretario para la Gobernabilidad y la Garantía de Derechos.
Santander, Norte de Santander, Risaralda y Putumayo son algunos de los departamentos priorizados por la Alcaldía de Enrique Peñalosa para articular esfuerzos en la lucha contra la trata de personas.
Campaña ‘Hagamos un trato, Bogotá sin trata’
Desde el 2017, la Alcaldía de Enrique Peñalosa viene implementando la campaña ‘Hagamos un trato, Bogotá sin trata’, que tiene como objetivo informar y sensibilizar a la ciudadanía sobre el delito de trata de personas en Bogotá y sus siete finalidades (Explotación de la prostitución ajena y otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, mendicidad ajena, matrimonio servil, servidumbre, extracción de órganos, turismo sexual y esclavitud o prácticas análogas).
A través de spots o anuncios publicitarios, se explica a qué hace referencia cada una de ellas y cómo se camuflan en situaciones cotidianas. Un personaje (víctima) permanece encerrado en una caja (como si fuera un juguete), haciendo alusión a la comercialización de las víctimas. Desde allí es presionado psicológicamente o mediante amenazas para que continúe realizando la actividad en contra de su voluntad, tal y como hacen los tratantes en la realidad.
A la fecha, la campaña ha impactado a más de 1.200 personas en calle y a más de 190.000 ciudadanos en las 20 localidades de Bogotá.
Las personas pueden reportar casos a la Ruta de atención distrital de la Secretaría de Gobierno al celular 350 3085507 o al correo lucha.trata@gobiernobogota.gov.co. No es necesaria la denuncia penal para activación de la ruta.
En el ‘Día Mundial contra la Trata de personas’, se reveló que es el tercer delito más rentable económicamente del mundo, después del tráfico de armas y de drogas.
