Mi nombre es Daniel Palacios Mena, tengo 27 años y vivo en la localidad séptima de Bosa, en el barrio Villa Javier. Soy técnico en Carpintería y Restauración de Escuela Taller Bogotá, curso corto de Manejo de Máquinas y de Ebanistería por parte del SENA en Idipron.
La intención de mi proyecto es resaltar el potencial humano que hay en Idipron, valorando el arte que desarrollamos los chicos y chicas de Idipron con pocas oportunidades, pero con muchos sueños y con ganas de emprender. Cambiar la visión marginal que tienen sobre los chicos y chicas de bajos recursos y mejorar la calidad de vida, recuperar espacios perdidos y poder transformar los saberes artísticos de estos muchachos y muchachas en productos artesanales enfocados hacía nuestra cultura y tradición.
Esta es la carta de presentación de Woodwork, el emprendimiento de Daniel Palacios, un joven que inspirado en el amor que siente por los animales, en particular por Canela, su perra pitbull, se decidió a apostarle a un proyecto de vida en el que aplica sus conocimientos en carpintería.
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En la foto, datos de 'Woodwork', el emprendimiento de Daniel Palacios para cuidar a los perros y gatos:
Canela es la perra pitbull de Daniel que también le sirve de modelo en sus creaciones, como se ve en esta foto:
“Este emprendimiento es para innovar las camitas para perros, viendo que ellos también hacen parte de nuestro hogar y uno les da como el espacio, la comodidad. Como uno invierte harto en ellos, por hacer parte de la familia, decidí hacer un emprendimiento en pro de esos seres que están siempre con uno”, cuenta Daniel, uno de los participantes de #RegaloEsperanza, la nueva apuesta del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud, Idipron, para que, en esta época navideña, los ciudadanos participen comprándoles estos novedosos y útiles regalos.
“Hasta ahorita llevo un año con el taller. Ser emprendedor en este país no es muy fácil y esta es una gran oportunidad de mostrar nuestros productos para que el emprendimiento no se me caiga, porque a veces yo he visto como que, uy, llegan los bajonazos económicos”, sostiene.
Una apuesta en emprendimiento de Idipron
Y ese es justamente, el espaldarazo que les ha brindado Idipron a decenas de jóvenes para que proyecten sus emprendimientos y se fortalezcan como microempresarios, ganando confianza en el mercado laboral, posicionando sus marcas y productos y, sobre todo, apostándole a un nuevo proyecto de vida lejos de las dificultades y los problemas de los que han logrado salir.
Daniel, por ejemplo, reconoce que antes era un joven violento al que le gustaban las peleas callejeras, pero que gracias a unos amigos conoció a La Favorita, una Unidad de Protección Integral, UPI, en el centro de la ciudad, donde supo de las bondades de idipron y ya lleva más de tres años vinculado, aprendiendo cosas y estudiando para dejar atrás ese mundo de incertidumbre.
“Me gustaba mucho pelear, entonces como que vi una oportunidad de cambiar esas actitudes y enfocarlas en mi proyecto de vida y entonces ahí llegué al taller de carpintería y después a lo de los cursos de emprendimiento”, agregó.
Variedad de emprendimientos
Gracias a esos talleres y a los distintos cursos la oferta de emprendimientos de estos jóvenes que luchan por no dejarse vencer por las adversidades y salir adelante, es muy variada: bisutería artesanal, muebles para mascotas, accesorios en ebanistería para el hogar, mantas y tejidos, hacen parte del catálogo que está disponible para que las personas interesadas los adquieran y los apoyen para concretar sus sueños.
‘Confecciones y creaciones Sakana’, con lencería de hogar; ‘Arte Luz’ con materas y alcancías personalizadas, ‘Productos Mostacilla Checa’, con artesanías en chaquiras y por supuesto ‘Woodwork’, con las camas para perros y gimnasios para gatos, son algunos de los emprendimientos que buscan un espacio en el mercado navideño e impactar con sus ventas en el marco del #RegaloEsperanza de Idipron.
A continuación, una imagen de #RegaloEsperanza.
“Las camas para mascotas tienen colchones en espuma, con forro lavable y están hechas en tríplex o en quíntuplex o también se hacen en cedro, pino y madera corriente”, relata Daniel, quien agrega que dependiendo del tamaño y del diseño pueden costar entre los $90.000.oo y $200.000.oo y se puede demorar haciéndolas unos 5 días. “Es como dependiendo del estilo de la cama o el presupuesto que tenga el cliente. Los gimnasios están hechos, también en quíntuplex, estatizados con espuma y piel de conejo. Además vienen con fique para que puedan desafilar las uñas”.
Complacido en ayudar a los demás
Aparte de dedicarle tiempo su pequeño taller este joven bogotano busca devolverle algo a la institución que le dio la mano y le abrió nuevas puertas, enseñando a jóvenes en los talleres de carpintería, además de contribuir en otras actividades de apoyo como la entrega de sopas a los habitantes de calle, labor que le resulta muy gratificante y en la que además trata de inspirarlos para que sigan su ejemplo.
“Yo les digo a los chicos que el cambio está en ellos, en que ellos quieran cambiar el mundo en que viven. Es como la madera que está rústica, pero en el trayecto uno la va cambiando, la moldeando y va surgiendo la pieza más pulida, más hermosa, tallada y la misma gente no va a ver un pedazo de madera normal sino una pieza de arte”.
Ese es el talante de los emprendedores del Idipron que esperan que este diciembre sus productos tengan una buena acogida y se vendan para seguir creciendo en todos los aspectos de sus vidas y demostrar que sí es posible porque “este año tu regalo de navidad estará lleno de esperanza, de #RegaloEsperanza”.
A continuación, un video publicado en Youtube sobre el emprendimiento de Daniel Palacios.
