La Secretaría de Ambiente de Bogotá es la entidad encargada de velar por que las actividades de disposición final de llantas usadas no generen afectaciones al medio ambiente.
Es por esto que en lo corrido del 2020, la autoridad ambiental ha realizado 214 operativos de inspección y 796 de seguimiento y control a establecimientos de acopio de llantas en Bogotá. De esta manera se ha logrado controlar 2.628 toneladas de neumáticos que se aprovecharán dentro de procesos de economía circular y que no generarán afectaciones ambientales.
Los operativos se han realizado en las localidades de Fontibón, Bosa y Rafael Uribe Uribe, zonas en las que se detectaron establecimientos que no cumplían con los reportes del manejo de llantas que exige la norma, que no garantizaban un óptimo almacenamiento de los neumáticos y que tampoco contaban con el registro de establecimiento acopiador que expide la entidad.
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“Entre todos (ciudadanía) debemos garantizar que el ciclo de vida de las llantas sea el correcto, debido a que por su volumen y composición son altamente contaminantes. El uso de técnicas no adecuadas para el acopio o la indebida disposición de llantas usadas, sumado a un bajo porcentaje de aprovechamiento, genera graves problemas ambientales, sanitarios y de seguridad vial”, explicó Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente.
La Secretaría de Ambiente lidera acciones de manejo y correcta disposición a través de la Mesa Distrital de Llantas Usadas y control de canales de seguimiento como:
- Registro para acopiadores y gestores de llantas: quienes recolecten neumáticos usados deben registrarse en la ventanilla única de Secretaría de Ambiente 👉 https://www.secretariadeambiente.gov.co/ventanillavirtual/app
- Diseñar planes de contingencia: además del registro, los establecimientos deben contar con un plan de contingencia para emergencias. Este debe estar disponible en el lugar de acopio para que pueda ser revisado por la autoridad ambiental.
- Aprovechamiento de llantas: las entidades distritales deben desarrollar estrategias para el aprovechamiento de neumáticos usados en obras de infraestructura para el transporte en el Distrito.
¿Por qué la Secretaría de Ambiente realiza operativos de control a disposición de llantas usadas?
La autoridad ambiental adelanta estos operativos de control, primero para evitar afectaciones al medio ambiente de la ciudad y segundo, en cumplimiento al Decreto 442 de 2015 mediante el cual se estableció la creación del Programa de aprovechamiento y valorización de llantas usadas en el Distrito Capital, modificado por el Decreto 265 de 2016.
De igual manera es la entidad encargada de determinar las áreas a intervenir y de verificar los espacios más susceptibles para la disposición inadecuada de llantas usadas, como humedales, canales, parques, quebradas y Zonas de Manejo y Preservación Ambiental, ZMPA.
Los operativos se realizan para comprobar la correcta disposición de llantas usadas y evitar afectaciones en zonas de Bogotá, específicamente, zonas de protección ambiental o ecosistemas y además se hacen con la presencia de alcaldías locales y las secretarías de Gobierno, Salud, Seguridad, Convivencia y Justicia, así como con el Cuerpo Oficial de Bomberos y la Policía Nacional.
¿Cómo es la recolección de llantas en Bogotá?
Aunque en Colombia las llantas usadas no son consideradas como un residuo peligroso para el medio ambiente, es necesario que una vez usadas sean devueltas a los productores para fortalecer el proceso de reciclaje y aprovechar este material como agregado asfáltico o reencauche y evitar que sean quemadas en espacios a cielo abierto o usadas como combustible en actividades informales.
Según la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, UAESP, las llantas usadas son transportadas hasta una planta de tratamiento, ubicada a las afueras de la ciudad donde se disponen de la siguiente manera:
👉 Se seleccionan por su tamaño.
👉 Se parten en dos.
👉 Son trozadas.
👉 Se les retira el alambre que forma parte de su estructura.
👉 Se trituran.
👉 Se llevan a hornos certificados por normas internacionales para devolverlas al ciclo productivo, es decir, para utilizarlas como combustibles o elaborar nuevos insumos.
