Del 25 al 27 de mayo se realizó en Bogotá la Reciclatón y más de 270 empresas públicas y privadas entregaron cerca de 23.500 kilogramos de luminarias, computadores, pilas, electrodomésticos, baterías de plomo-ácido, medicamentos de uso humano y veterinario, aceite vegetal usado, envases y empaques de insecticidas y agroquímicos, CD, DVD y tóneres.
La Reciclatón se llevó a cabo en cuatro puntos estratégicos de la ciudad (Makro Cumará, Plaza de las Américas, planta de Lito S.A.S. –Puente Aranda- y Plaza de los Artesanos), a los que llegaron, con cita asignada, las organizaciones que respondieron a la convocatoria y se inscribieron entre el 10 de abril y el 14 de mayo a través de la página web de la Secretaría de Ambiente.
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Los residuos recolectados en la Reciclatón serán entregados a los programas posconsumo aliados y, posteriormente, a gestores autorizados para que se encarguen de realizar su aprovechamiento o disposición final.
Esta iniciativa no tiene ningún costo y les brinda a las organizaciones la posibilidad de entregar en un solo lugar y fecha todos los residuos especiales y peligrosos, ya que normalmente deben contactar a cada programa posconsumo para hacerlo.
La participación en la Reciclatón es voluntaria; sin embargo, es importante resaltar que todos los fabricantes, importadores y generadores de productos o sustancias químicas con propiedad peligrosa tienen la responsabilidad de garantizar la gestión y el manejo integral de este tipo de residuos, según el decreto 4741 de diciembre de 2005.
La entidad espera realizar una nueva jornada de Reciclatón en el segundo semestre de este año con el fin de seguir impulsando la adecuada gestión de este tipo de elementos.
¿Qué son residuos especiales y peligrosos?
Los residuos especiales y peligrosos son todos aquellos que, por sus características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables, infecciosas o radiactivas pueden causar algún riesgo o daño para la salud y el ambiente si son dispuestos inadecuadamente. Por esta razón, es necesario gestionarlos de forma diferente y evitar que lleguen a los rellenos sanitarios y canales incorrectos.
El aceite vegetal, las llantas, los medicamentos de uso animal y humano, las pilas, los bombillos, los electrodomésticos y aparatos eléctricos, los envases y empaques de plaguicidas y agroquímicos y las baterías de plomo-ácido son algunos ejemplos de residuos de manejo diferenciado. Estos deben ser separados del resto y entregados a gestores autorizados para su disposición final o aprovechamiento.
