En Teusaquillo, el caldo de costilla más apetecido de Bogotá

Quizá sea la receta favorita para muchos; en especial, los fines de semana luego de una larga noche de fiesta o, simplemente, sea el plato con el que todos se saborean cuando la mamá dice que hará desayuno. Algunos, que no tienen a la mamá cerca, deben salir a buscar dónde tomarse un buen caldito un domingo en la mañana o cuando hay deshidratación por trasnocho.

Entre tantos lugares, quizá el que cuenta con el Good Will más elevado es ‘El Caldoparao, el caldo de la 41’, un sitio ubicado en plena Avenida Caracas con 41 dentro de un parqueadero en el que taxistas y particulares hacen fila por ese alimento hecho en olla a presión y que tiene una receta especial, que, según muchos, es la mejor de la ciudad.

Costilla, papita y mucho ají hacen de esta receta una de las sopas más buscadas en el lugar. El sitio no cuenta con muchos lujos, pero la sazón de sus cocineras hace que el gusto y el placer de esta delicia gastronómica sean indescriptibles.

Un caldo de costilla es algo simple de hacer, en sus términos básicos. Es decir, pelar y picar papa, ponerla a hervir con pedazos generosos de costilla de res, cebolla y cilantro. Añadir sal al gusto y alguna otra cosa que le dé sabor. El caldo de costilla debe ser barato, además, porque esa es una de sus características principales, como plato popular. De nada sirven los “calde de costille” o los consomés pinchados. El que se sirve en este parqueadero tiene todas las virtudes: es barato, sustancioso, carnudo y de muy buen sabor. La costilla siempre está tan bien cocinada que se desprende la carne del hueso, casi no más pasando el tenedor.

El parqueadero está en la esquina nororiental de la Calle 41 con Avenida Caracas. Ni web, ni Facebook, ni teléfono, vaya hasta la esquina del caldo y tómese uno bien bueno.

Tomado de bogotaesnuestra.com

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