En ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’, el Distrito ha asumido un papel crucial en la promoción de los derechos humanos de las mujeres que realizan actividades sexuales pagadas. Desde 2020, en cumplimiento del CONPES D.C. No. 11 de 2019 y la Sentencia T-594 de 2016 de la Corte Constitucional, la Secretaría de la Mujer (SDMujer) ha liderado la implementación de la Política Pública de Actividades Sexuales Pagadas (PPASP). Esta política busca transformar las condiciones restrictivas que enfrentan las mujeres en esta actividad y promover su dignidad y derechos.
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El núcleo de esta iniciativa ha sido la capacitación intensiva dirigida a la Policía de Bogotá y otras entidades distritales. Desde el inicio del programa, más de 1.600 funcionarias y funcionarios han recibido formación en derechos humanos, igualdad de género y trato digno. Estas capacitaciones no solo buscan sensibilizar a las y los agentes, sino también equiparles con las herramientas necesarias para proteger y respetar los derechos de las mujeres en actividades sexuales pagadas.
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Las capacitaciones son también una respuesta directa a la Sentencia T-594 de 2016, que subraya la importancia de la NO discriminación y el trato respetuoso hacia estas personas.
La Secretaría de la Mujer (SDMujer), ha enfocado sus esfuerzos en la socialización y sensibilización de la PPASP. Este enfoque ha sido fundamental para asegurar que las y los agentes de la Policía comprendan y respeten la dignidad y los derechos humanos de las mujeres que ejercen actividades sexuales pagadas, prohibiendo cualquier forma de maltrato verbal o físico.
Las sesiones, realizadas en diversas estaciones de policía y otros puntos estratégicos de la ciudad, han permitido una mejor comprensión y respeto hacia las mujeres que ejercen actividades sexuales pagadas. Los módulos sobre derechos humanos, igualdad de género y la importancia del trato digno han sido fundamentales para cambiar percepciones y conductas entre las y los agentes.
Además, la Secretaría de la Mujer ha trabajado de manera conjunta con 14 sectores de la Administración Distrital, incluyendo entidades que tienen relación con temas de Salud, Educación, Justicia y Movilidad. Este esfuerzo interinstitucional ha sido crucial para ofrecer una respuesta integral y coordinada a las necesidades de las personas que realizan actividades sexuales pagadas, fortaleciendo así sus capacidades individuales y colectivas.
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El impacto de estas capacitaciones es evidente. Bogotá avanza hacia una sociedad donde el respeto y la protección de los derechos humanos son la norma. La formación y sensibilización de las y los funcionarios públicos continúan siendo una prioridad para la Secretaría de la Mujer, asegurando que cada acción y decisión tomada en la capital colombiana esté orientada a garantizar los derechos de toda la ciudadanía.
