Patricia de la Rosa tiene 47 años, y vive en la localidad de Los Mártires. Luego de ser víctima de violencia intrafamiliar llamó a la Línea Púrpura de la Mujer, en la que recibió apoyo psicológico y jurídico para su caso.
“Mi vida sí ha cambiado mucho, porque antes por mantener el hogar pasaba por encima de mí misma, trataba de que él cambiara, pero hoy me doy cuenta de que yo a él no lo puedo cambiar. Ahora ya sé a dónde acudir, qué debo hacer... Hoy me siento respaldada, porque antes de verdad me sentía muy sola”, afirma Patricia de la Rosa.
Patricia estuvo en una relación con su expareja por 12 años. Aunque él siempre salía a tomar con sus amigos, en los últimos años desarrolló una dependencia al alcohol.
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“Pues al principio él llegaba, se ponía un poquito cansón, no me dejaba dormir y como no comía durante el tiempo que consumía alcohol llegaba a que yo le cocinara a altas horas de la noche, eso era manejable, pero después se puso muy violento conmigo y con mis hijos. Una vez vino bajo los efectos del alcohol, entró, estuvo muy agresivo conmigo y con la niña, y yo dije, no más”, explica Patricia.
Decidida, Patricia fue a la Comisaría de Familia, donde le dieron una medida de protección para ella y su hija de 14 años. Tras tres incumplimientos de esta medida, se ordenó el desalojo de su expareja de la casa que compartían: “él se molestó mucho porque dijo que la casa era de él y que cómo era posible que lo desalojaran de su casa. Entonces siguió malos consejos y me demandó por agresión frente a la Fiscalía, cosa que no es cierta”, dice Patricia.
Para defenderse en este proceso en la Fiscalía, Patricia acudió a un abogado, que le recomendó los servicios de la Secretaría Distrital de la Mujer.
“Me siento muy agradecida porque al comunicarme con la Línea Púrpura tuve el apoyo de trabajo social, abogado, psicología y me ayudaron a salir adelante en esta situación que ha sido muy difícil para mí”, explica Patricia.
Patricia recibió ayuda legal para su defensa frente a la Fiscalía, así como acompañamiento en el proceso que ya venía en curso en la Comisaría de Familia.
“Ellos han estado muy pendientes de mi caso, cuando tengo alguna duda me dicen qué documentos debo presentar. Al principio yo no me sentía escuchada, me vulneraban mis derechos, entonces pues estuvieron pendientes del caso, revisaron el expediente y el día del fallo hubo un abogado que estuvo allí verificando que todo estuviera en orden”, afirma Patricia.
Con el apoyo de la Secretaría de la Mujer, Patricia espera la citación al juzgado para llevar sus pruebas y hacer una buena defensa de su caso, y así salir de esta situación que ha sido tediosa, desgastante, pero que le ha enseñado a tener una mayor autoestima y confianza en sí misma.
“Me han brindando el apoyo que yo necesitaba, ya no estoy sola. Además, también dictan cursos para tener una actividad económica propia y no depender de la pareja”, explica.
Aunque su expareja ha mostrado arrepentimiento y está en un proceso con Alcohólicos Anónimos, Patricia sigue firme en su convicción de no permitir abusos ni violencias dentro de su hogar. Ella invita a dar el primer paso y su experiencia demuestra que desde los servicios y asesoría de la Secretaría Distrital de la Mujer tuvo el apoyo necesario para dar el segundo paso y salir de los ciclos de violencias a los que se había acostumbrado.
“Primero que todo el miedo hay que enfrentarlo, perder ese miedo, denunciar, y que aunque a veces pensamos que estamos solas, sí hay entidades que se encargan de velar por nuestros derechos”, puntualiza Patricia.
Comunícate a la Línea Púrpura en caso de ser víctima de violencias 
Si eres víctima de violencia intrafamiliar, comunícate a la Línea Púrpura Bogotá, mujeres que escuchan a mujeres.
Llama al 018000 112137 o escribe al WhatsApp 300 755 1846 y/o al correo electrónico lpurpura@sdmujer.gov.co ¡Da en primer paso, en Bogotá te acompañamos a dar el segundo!
