Aún en pandemia el hospital de Kennedy realizó cifra récord de hemodiálisis

personal de salud atendiendo paciente.
Actualmente la Unidad cuenta con 280 pacientes atendidos en 8 turnos.
Publicado:
14
Sep
2020
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Ni la llegada de la pandemia por el coronavirus covid-19, ni las cuarentenas preventivas, han aminorado la oferta de servicios en la unidad renal del Hospital de Kennedy, que registró una cifra de 3.300 sesiones de hemodiálisis al mes.

En los últimos meses se ha fortalecido el servicio con turnos adicionales para atender a pacientes confirmados o sospechosos de contagio de covid-19. La unidad realiza sesiones los días martes, jueves y sábado entre la 1:00 a.m. y 5:00 a.m. con atención especial y personal entrenado para el manejo de este tipo de casos.

“En este momento hemos adoptado medidas estrictas antes del ingreso a la sala de hemodiálisis para todos los usuarios, tales como el fortalecimiento de lavado de manos, el uso obligatorio de tapabocas y en lo posible que tengan una careta por seguridad, tanto ellos como el personal de salud”, explicó la enfermera jefe, Andrea Cubillos, líder de la Unidad Renal del centro hospitalario.

Las sesiones de hemodiálisis a pacientes crónicos con enfermedad renal que ofrece la unidad, se realizan con los más altos estándares de calidad, con un equipo médico idóneo y tecnología de punta para garantizar una gestión clínica excelente, segura y sobre todo humanizada.

Jeison Augusto Barajas, paciente que lleva dos años en tratamiento renal, resalta la labor de prevención a la hora de acceder a los servicios: “lo más importante es que todos los días nos están recordado los cuidados que debemos tener. Además del antifluído, que es el overol, la careta y el tapabocas, soy de los pacientes que sale de aquí de una vez para la casa para evitar estar pegado a la gente”.

Actualmente, la Unidad cuenta con 280 pacientes atendidos en 8 turnos. En un día se atiende, en promedio a 140 y en cada sesión trabajan cuatro auxiliares de enfermería, tres enfermeras profesionales, un médico hospitalario y un nefrólogo, además del acompañamiento de trabajo social, psicología y nutricionista.

El servicio se complementa con actividades de promoción y educación sobre cuidados de bioseguridad para los usuarios y sus familias.