Durante este año, la Secretaría de Ambiente avanzó en estrategias participativas de gestión en los humedales. Se lograron implementar acciones para reverdecer estos espacios, en línea con el compromiso de la alcaldesa, Claudia López, de garantizar la protección de los ecosistemas.
Plan Padrino Verde
Una de ellas es el Plan Padrino Verde, cuyo objetivo es lograr que la ciudadanía y vecinos de los ecosistemas se apropien de los viveros que allí hay para que se puedan propagar y plantar individuos arbóreos nativos y aptos para estos lugares. Actualmente está en los humedales Capellanía, Santa María del Lago, Tibanica, Techo, Córdoba y Salitre, y se espera ampliar esta estrategia a los demás.
Cosecheras de aguas lluvia
En estos humedales también se están implementando sistemas de recolección de agua lluvia o cosecheras, que funcionan como un método que captura el agua, la almacena en tanques para que se pueda aprovechar en riego, sobre todo en época de sequía. El líquido sirve para regar los árboles y garantizar sus funciones ecológicas. Además, el agua también se utiliza en los viveros y es fundamental para que las plantas puedan germinar.
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Refugios para fauna silvestre
Otra de las estrategias es la construcción de refugios para fauna silvestre utilizando troncos de árboles caídos para darles una nueva función, además, la madera es biodegradable y al irse degradando se va incorporando al suelo como materia orgánica (abono), aportando nutrientes y aumentando la capacidad de retener humedad. Así, se desarrolla esta iniciativa para que las diversas especies puedan anidar allí, encontrar hábitat segura y alimento. Estas estrategias cuentan con el apoyo de la ciudadanía, Aguas de Bogotá y las alcaldías locales.
Árboles plantados y mantenimiento de humedales
Para seguir reverdeciendo estos ecosistemas, este año se plantaron 1.230 árboles en 22 jornadas, lo que es fundamental en los procesos de restauración y recuperación ecológica para garantizar las funciones ambientales.
También se llevaron a cabo jornadas de mantenimiento como la poda de 1.600 árboles; el control de más de 37.000 m2 de área con especies invasoras; la recolección de dos kilos de semillas para propagar en los viveros; y más de 800 actividades de manutención e instalación de señalética.