Desde hoy, 7 de noviembre, y hasta el 10 de noviembre tendrá lugar el festival Bogotá Madrid Fusión, versión colombiana de Madrid Fusión, feria que inició en el 2003 en España y que ha llegado a países como Japón, México y Filipinas.
Durante estos días llegarán a la tarima de Corferias 20 chefs de Colombia, Europa, Asia y Suramérica para compartir el trabajo que realizan en sus respectivos restaurantes.
En el primer día se destacó Harry Sasson, propietario de varios restaurantes en Bogotá y el país. El chef lidera iniciativas de sustitución de cultivos ilícitos en Colombia, especialmente del palmito del Putumayo. Durante su ponencia presentó preparaciones con este ingrediente y destacó la oportunidad que representa para el desarrollo.
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El uso en los restaurantes de los productos de sustitución de cultivos ilícitos demuestra cómo la cocina es una herramienta para la paz".
En la jornada de la mañana también estuvo la chef eslovena Ana Roš, creadora del restaurante Hiša Franko en Kobarid, Eslovenia. La chef es reconocida porque creó la alta cocina en su país y aprovecha las hierbas y semillas de los bosques locales.
Los dos platos que voy a preparar hoy son a base de maíz y papa y aunque ustedes (los americanos) nos dieron esos ingredientes, no se imaginan cuánto alimentan a Los Alpes".
Después de la chef eslovena vino el turno de Julián Estrada, antropólogo y periodista gastronómico colombiano con más de 40 años de experiencia, que fue reconocido por la Cámara de Comercio de Bogotá y el grupo Vocento (organizadores del evento).
Nuestra gastronomía goza de un origen campesino, sumamente arraigado, pero también ignorado. Muchos hoy desconocen la riqueza de la cocina colombiana."
Le siguió Quique Dacosta , chef de Alicante (España). En su ponencia habló sobre la búsqueda de un nuevo ADN en la cocina y presentó algunos platos del restaurante homónimo que tiene en la ciudad de Dénia. Destacó el talento de los jóvenes chefs colombianos que lo acompañaron en tarima y señaló a Colombia como potencia gastronómica.
Creo en la gastronomía como herramienta, creo en la gente como instrumento y en Colombia como la nueva revolución gastronómica".
Miguel Warren, de Medellín, fue la cuota joven en el primer día. El cocinero detrás de Barcal, ubicado en la capital antioqueña, habló de las posibilidades que tiene la alta cocina colombiana, especialmente en la diversidad de ingredientes que ofrece naturaleza.
Tratamos de aprovechar en la cocina todo lo que tiene Colombia, que es, en esencia, una despensa maravillosa".
