Son varios los intentos que se hicieron en pasadas administraciones por recuperar la Carrera Séptima, cuyo deterioro y caos vehicular es cada vez más evidente.
Los propuestas por mejorar este corredor, uno de los más importantes y emblemáticos de Bogotá, van desde una línea del metro (1997), troncal de TransMilenio (2000), troncal liviana de buses (2009), corredor verde (buses de tecnología limpia y espacio público generoso 2010) y tren ligero - tranvía (2012).
No hay que olvidar que la Séptima hacía parte de la Fase III de TransMilenioy que su diseño se finalizó durante la administración de Luis Eduardo Garzón (2007), pero no se concretó su realización.
A su vez, Samuel Moreno, tampoco lo ejecutó porque su principal prioridad era la construcción del metro, como lo había prometido en su campaña. Sin embargo, luego se inventó lo que llamó una ‘troncal liviana’ e incluso contrató la obra (carriles sencillos) en 2009. No obstante, y tras los escándalos de corrupción del carrusel de la contratación, el proyecto quedó en el limbo.
La historia continuó luego con la llegada de Gustavo Petro a la alcaldía de Bogotá, en 2012, quien terminó dicho contrato tras llegar a un acuerdo con el encargado de la obra. Y en su reemplazo propuso un 'tren ligero'. Sin embargo, la iniciativa no contó con el respaldo del Concejo de Bogotá por el tema de las vigencias futuras, por lo cual se propuso financiarlo a través de la figura de las Asociaciones Públicas Privadas (APP). Alternativa de la cual el propio Petro desistió por "razones personales".
De esta manera se ouede afirmar que las intervenciones más recientes que ha tenido la Carrera Séptima en los últimos años fueron la eliminación del contaflujo y la destinación de carriles prioritarios para buses duales.
Por eso el Instituto de Desarrollo Urbano se encuentra adelantando los estudios de actualización e implementación para revitalizar el espacio público, ordenar el tráfico, integrarse con el transporte masivo y revitalizar este corredor desde la calle 32 hasta la calle 200.