Este 14 de octubre se celebra el Día Mundial de la Visión, fecha decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de generar conciencia en las personas sobre la importancia del cuidado de la salud ocular, de consultar a tiempo y prevenir aquellas afecciones que son curables. En el marco de esta conmemoración, te compartimos la historia de Edelmira Fino, una mujer de 62 años que recuperó su visión luego de ser intervenida quirúrgicamente en el Hospital Jorge Eliecer Gaitán, de la Subred Centro Oriente.
En el siguiente trino, la Secretaría de Salud le recuerda a la ciudadanía la importancia de realizarse exámenes de chequeo de la visión al menos cada año:
Edelmira se sentía limitada físicamente, pues desde hace dos años su visión se fue reduciendo drásticamente. Ella pensaba que lo único que requería era ajustar la formula de sus lentes; sin embargo, al acudir a los especialistas del Hospital Jorge Eliécer Gaitán le diagnosticaron cataratas en sus ojos, conocida como una condición en la que el cristalino se opaca y le provoca a la persona una sensación de ceguera, como si estuviera viendo a través de una ventana empañada.
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La limitación en sus ojos era sería, tanto que no pudo volver a trabajar en su negocio, un establecimiento comercial que requería de atención al público. Sus hijos terminaron encargándose de la cigarrería y cafetería; incluso, Edelmira comenta que tiene quemaduras en sus manos, pues no veía bien cuando servía los tintos y hasta se golpeaba sin querer contra los muros o bajando escalones. Cruzar la calle era una odisea.
"El estado de salud de doña Edelmira era crítico, las cataratas que padecía le estaban tapando todo el ojo y esto le impedía realizar sus labores cotidianas y movilizarse con seguridad. Las cataratas se caracterizan porque el cristalino del ojo se opaca y se pone como un vidrio empañado, lo que impide la entrada de luz al ojo y disminuye drásticamente la visión", explicó Rodrigo Luis Vivas, médico oftalmólogo de la Subred Centro Oriente.
El especialista también explicó que las cataratas le impedían a Edelmira movilizarse sola, tanto en la calle como en su casa, realizar tareas sencillas como firmar documentos, tomar un bus, entre otras actividades esenciales.
"Mis hijos estaban muy preocupados. Empezaron a ahorrar porque no tenía el dinero para pagarme la cirugía, hasta que un amigo me dijo que, en el Hospital Jorge Eliécer, me la podían hacer. Nosotros somos desplazados y a través del Sisbén inicié el proceso para que me operaran y así fue. Me estaban cobrando más de seis millones de pesos por resolver mi problemática en los lugares privados, mientras que, en este hospital no pagué nada por la cirugía”, indicó.
"Yo estoy muy agradecida con los médicos, ahora puedo ver bien. Ya puedo dar vueltas, puedo salir. Veo por mis dos ojos, me puedo defender y entre más días pasan después de la cirugía, veo mejor”, expresó con una sonrisa en su rostro.