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De escala a destino: Bogotá, amor a primera pista

28•Jul•2025

Durante años, Bogotá ha sido la gran puerta de entrada a Colombia. Solo en 2024, por el Aeropuerto El Dorado —el más transitado de América Latina en tráfico de pasajeros— transitaron más de 45 millones de personas, de las cuales más de 10 millones fueron internacionales. Sin embargo, el 95 % de quienes hacen tránsito internacional nunca sale del aeropuerto. Conectan. Esperan. Se van.

Andrés Santamaría Garrido

Andrés Santamaría Garrido

Director de Turismo Bogotá.

Eso está a punto de cambiar.

Bogotá ha decidido dar un giro estratégico para dejar de ser un punto de paso y convertirse en un destino inolvidable. La respuesta tiene nombre propio: StopOver Bogotá: Amor a primera pista.

Por primera vez en la historia del país, la capital lanza un programa oficial de stopover, alineado con el Plan de Desarrollo Bogotá Camina Segura y con la estrategia Bogotá Ciudad Aeropuerto. Esta iniciativa, desarrollada por el Instituto Distrital de Turismo en alianza con Avianca, permitirá que viajeros internacionales en tránsito puedan permanecer hasta 24 horas en Bogotá sin costo adicional en su tiquete aéreo.

Y no se trata solo de una escala más larga. Se trata de convertir esa pausa en una experiencia poderosa, emocional y memorable. Se trata de enamorar desde el primer paso. Que el visitante se baje del avión, sienta el frío sabanero, vea los cerros, pruebe un café o un ajiaco, recorra La Candelaria, escuche música en vivo, se conecte con nuestra cultura… y se quede con ganas de más.

Ciudades como Lisboa, Reykjavik, Dubái o Singapur ya lo han demostrado: el stopover es una fórmula efectiva para dinamizar el turismo, aumentar el gasto promedio por viajero y posicionarse como nodo de conexión global. Bogotá tiene todo para replicar ese éxito: ubicación estratégica entre Norte y Suramérica, infraestructura sólida, una aerolínea bandera comprometida, y una ciudad viva, diversa, creativa y profundamente hospitalaria.

La proyección para el primer año del programa es ambiciosa: 450.000 pasajeros internacionales podrían optar por el stopover. Si cada uno de ellos realiza un gasto turístico promedio de USD 100, esto representaría un ingreso estimado de USD 45 millones, además de más de 13.000 millones de pesos por concepto de tasa aeroportuaria. Una sola noche basta para activar hoteles, restaurantes, transporte, agencias, comercio, cultura y miles de empleos locales.

En su primera fase, el programa se dirige a siete mercados clave: Lima, Madrid, Guayaquil, Miami, Buenos Aires, Ciudad de México y Brasil. Incluye paquetes exprés con descuentos en hoteles, rutas culturales adaptadas al tiempo disponible, activaciones dentro del aeropuerto, señalética digital turística y campañas emocionales que buscan generar conexión inmediata. Desde Visit Bogotá se han implementado herramientas como mapas interactivos, rutas personalizadas y agenda turística actualizada en tiempo real, que ya están integradas con plataformas como TransMilenio.

Este esfuerzo colectivo solo será posible si lo asumimos como ciudad. Avianca ya dio el paso. Ahora necesitamos más aliados: aerolíneas, hoteles, agencias, restaurantes, comercios, medios de transporte y operadores turísticos. Porque el stopover no es solo una estrategia de promoción. Es una apuesta por una Bogotá más conectada, más competitiva, más justa.

Hoy Bogotá lanza un mensaje al mundo: no somos una escala. Somos un destino. Queremos que cada aterrizaje se transforme en experiencia. Que cada conexión se convierta en oportunidad. Que cada visitante sienta que, sin planearlo, algo le pasó en esta ciudad: 

Amor a primera pista.