Alimentación rica y saludable, compromiso del Distrito y los tenderos escolares

En el primer Encuentro Distrital de Tenderos Escolares, rectores y tenderos le dijeron sí a la alimentación sana de las niñas, niños y jóvenes de los colegios oficiales de Bogotá. Fomentar estilos de vida saludables es trabajo de todos.

Promover hábitos de alimentación sana en nuestras niñas, niños y jóvenes es un asunto de todos, y las tiendas escolares son parte fundamental de este proceso. Este fue el mensaje que dejó el Primer Encuentro Distrital de Tenderos Escolares que reunió a tenderos, directivos de la Secretaría de Educación del Distrito y expertos de la salud para hacer de los colegios oficiales espacios de promoción de estilos de vida saludables.

“En la Secretaría de Educación hemos avanzado notablemente en las raciones de refrigerio y comida caliente con los que se benefician los estudiantes gracias al Programa de Alimentación Escolar. Raciones que aportan un porcentaje de las recomendaciones nutricionales diarias para la población escolarizada, y es por eso que queremos trabajar con ustedes de manera articulada: la tienda escolar no puede estar aislada al tema de la alimentación de los estudiantes”, dijo a los cerca de 300 tenderos escolares que asistieron al evento, la subsecretaria de Acceso y Permanencia, Adriana María González.

Como lo señaló la doctora González, citando la Encuesta Nacional de Situación Nutricional 2010, en Colombia uno de cada 6 niños padece de obesidad. Si a esto se le suma que cerca del 91% no come bien, que el 34% lleva una vida sedentaria y que el 73.2% dedica dos o más horas del día a ver televisión o a jugar videojuegos, la situación se convierte en una prioridad de salud pública para todas y todos los que influyen de manera directa en la alimentación de las niñas, niños y jóvenes.

A este llamado se unió Jaime Céspedes Londoño, jefe del Departamento de Pediatría de la Fundación Cardioinfantil, quien hizo presencia en el evento para compartir con los asistentes la charla ‘La tienda escolar, un escenario para la promoción de la salud cardiovascular desde la infancia’.

“Salud, educación y familia deben trabajar de la mano para frenar esta pandemia que está afectando a nuestras niñas y niños. Ellos son una mente en blanco y depende de nosotros promover una alimentación saludable que tiene que estar acompañada de actividad física y autocuidado”, comentó el doctor Céspedes, al tiempo que invitó a los tenderos a asumir su responsabilidad en el proceso de mejorar la alimentación de nuestros niños.

La tarea de virar hacia una alimentación saludable requiere de la colaboración de todos. Más importante que darle prioridad a la venta de determinados productos como frutas, verduras y alimentos bajos en grasas y en azúcares, es que nuestros tenderos estén en sintonía con los proyectos de mejorar los hábitos alimenticios que impulsa la educación pública de Bogotá, y que desde su negocio ayuden a fomentar una cultura donde el ‘mecato’ y la ‘comida chatarra’ no sean los productos de mayor consumo en la dieta escolar.

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