Distrito hace un llamado a la ciudadanía para la protección de los niños

Publicado:
4
Ago
2014
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La Secretaría Distrital de Integración Social rechaza enérgicamente todo acto de violencia y maltrato que atente contra los derechos y el desarrollo integral de los niños y niñas, como los sucedidos en los últimos días, y específicamente el ocurrido el día de ayer en Ciudad Bolívar, donde un niño de 11 años fue encontrado por las autoridades, al parecer, con signos de tortura que presuntamente fueron causados por su hermanastro.

El niño se encuentra bajo atención médica dada la gravedad del ataque en el Hospital de Meisssen, donde un equipo de la Secretaría de Integración Social hace acompañamiento y apoyo psicosocial a la familia. De igual forma, la Comisaría de Familia de Ciudad Bolívar ha asumido el caso para realizar las acciones necesarias para restablecer los derechos vulnerados y dictar las medidas de protección a que halla lugar.

Integración Social  hace un llamado para actuar en coordinación con las instituciones en la prevención de actos violentos frente a la niñez, y hace un llamado a la conciencia y la solidaridad ciudadana para que protejan la vida de los niños y las niñas y denuncien cualquier hecho que vulnere su vida en la línea 123, en las estaciones de policía o en las Comisarías de Familia y lograr generar desde la Política del Amor, una ciudad de derechos.

En lo corrido de 2014, en el Gobierno de la Bogotá Humana, se han proferido 1171 medidas de protección a favor de niñas, niños y adolescentes por violencia intrafamiliar por parte de las Comisarías de Familia de Integración Social, que muestran la importante gestión que se lidera en busca de mitigar el impacto de la violencia intrafamiliar y evitar que más niñas y niños, mueran o sean víctimas de violencia por parte de sus padres, familiares y cuidadores.

Es así como, estos casos deben llamar la atención para seguir activando espacios, mecanismos, y acciones de protección, no solo desde las instancias gubernamentales, sino también desde la participación de las personas que habitan los territorios, que hacen parte de la vida comunitaria o familiar de nuestros niños y niñas, para evitar que vuelva a suceder estos inconcebibles hechos.