Bogotá es una ciudad afortunada por su biodiversidad. Entre sus ecosistemas tiene páramos, humedales, bosques, parque de montaña, entre otros, que le permiten enfrentar los retos ambientales actuales y asimismo implementar estrategias para proteger los espacios verdes.
Una de ellas es la de áreas protegidas locales, vitales para ayudar a las comunidades y a la naturaleza a adaptarse al cambio climático, ya que regulan el clima, ayudan a que la biodiversidad se adapte, reducen el impacto de eventos climáticos extremos y almacenan carbono.
Precisamente, la Secretaría de Ambiente e ICLEI (Gobiernos Locales por la Sostenibilidad) organizaron el foro "Diálogo sostenible Bogotá ¿áreas protegidas urbanas" en el que se realizó un intercambio de conocimientos con ciudades y organizaciones aliadas para mejorar la preservación y consolidar dichas áreas.
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Escucha a la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, dando apertura al diálogo sobre áreas protegidas en Bogotá:
"Para Bogotá definir cómo puede ser la mejor gestión de nuestras áreas protegidas urbanas es una prioridad que reflejamos en el Plan de Ordenamiento Territorial. No solamente queremos ampliar nuestra Estructura Ecológica Principal en 30 % sino también mejorar y administrar estos espacios para asegurar que cumplen con su potencial", dijo la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
A 2050, Bogotá busca ser una ciudad resiliente a las amenazas climáticas que pueden afectar el territorio. Por eso, en el Plan de Acción Climática hay acciones para reducir la vulnerabilidad y aumentar la capacidad de adaptación.
"Esperamos implementar proyectos para evaluar el transporte de carga y reducir emisiones, entregamos la línea base de gases de efecto invernadero en transporte de carga. Tenemos una red global de más de 2500 gobiernos locales en el mundo y vemos que con cada gobierno se comprometen más con las metas ambientales y cada vez hay más compromiso para implementar soluciones basadas en la naturaleza entre otros temas", afirmó Mónica Santa, directora ejecutiva de ICLEI Colombia.
Bogotá actualmente está trabajando con Sao Paulo y Ciudad de México para promover el intercambio de conocimientos y buenas prácticas con proyectos que contribuyan en la gestión, manejo y conservación de las áreas protegidas locales de nuestras ciudades.
"Bogotá está haciendo el esfuerzo de no crecer hacia las zonas rurales, de dejar sus suelos verdes y naturales como están hoy en día y mejorar su capacidad de proveer a la ciudad de los servicios ecosistémicos que necesitamos para tener una mejor calidad de vida. Las organizaciones participantes tienen mucho que enseñarnos para que tengamos un proceso de aprendizaje que nos permita hacer la mejor gestión posible", finalizó Urrutia.
El foro contó con el apoyo de GIZ y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Además de la participación de las alcaldías de México y Curitiba (Brasil), WCS Colombia y el Instituto Humboldt.