Bogotá está preparada para enfrentar el Fenómeno del Niño y se adapta al cambio climático

Publicado:
30
Jul
2014
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La Capital pone en marcha plan de acción para enfrentar “Fenómeno del Niño” y cuenta con zonas de abastecimiento de agua potable en sectores de alta precipitación. No obstante el llamado a la ciudadanía es a ahorrar agua y energía para prevenir emergencias.

La recuperación de humedales, quebradas y áreas de recarga hídrica para el abastecimiento de agua potable, los planes de suministro de acueductos veredales, los altos niveles de embalses, las campañas de prevención de incendios forestales, el plan de adaptación y mitigación del riesgo, la estrategia de reasentamientos, el fortalecimiento institucional con la creación del Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático, IDIGER, y un plan de arbolado de calidad en manos del Jardín Botánico, forman parte, entre otras medidas, del plan de acción del Distrito frente al “Fenómeno del Niño” y la adaptación al cambio climático.

Oferta hídrica
Respecto a una posible reducción de la oferta hídrica, la zona de Chingaza tiene garantizado el abastecimiento de este recurso, no obstante, se hace un llamado a toda la ciudadanía para ahorrar agua con el fin de garantizar el abastecimiento en caso que el fenómeno del niño se extienda o su dimensión esté por encima de lo esperado. Se debe ahorrar agua para prevenir emergencias. Dependiendo del avance del fenómeno, la autoridad ambiental podrá restringir algunas actividades como el lavado de vehículos y aumentará el control sobre el uso de agua en actividades comerciales e industriales.

Embalses
Se instalará una mesa técnica donde estarán autoridades ambientales, autoridades regionales y locales en Gestión de Riesgos que permitan realizar una valoración permanente de los embalses que surten a Bogotá con el propósito de ir definiendo usos prioritarios y volúmenes de agua para su abastecimiento de acuerdo con la evolución del “Fenómeno del Niño”, manteniendo el caudal ecológico.

Acueductos veredales
Para los acueductos veredales, localizados en zonas más vulnerables a la sequía, como medida preventiva se tiene dispuesto, hacer un suministro de agua a través de carro tanques. Se continuará con la gestión ambiental participativa para la restauración ecológica de fuentes hídricas que surten los acueductos veredales.

Riesgos energéticos
En cuanto a los posibles riesgos energéticos, Bogotá depende del sistema de interconexión nacional de energía. En ese sentido en principio no se prevén situaciones que signifiquen racionamiento. Puede presentarse aumento en las tarifas, al entrar a operar las termoeléctricas en el país, el llamado a la ciudadanía es por lo tanto al ahorro de energía, para que no se vea afectada la economía familiar. Para esto se tienen previstas campañas que vinculen este tema en Bogotá.

Incendios forestales
En cuanto a la mitigación de posibles incendios forestales en zonas susceptibles como los Cerros Orientales, se tiene previsto acciones de comunicación, líneas de atención específica al 123 para identificar conatos de incendio y el aumento de los vigías ambientales y brigadas especiales de apoyo para la prevención y el manejo de conatos de incendios en la ciudad.

Se recomienda a la ciudadanía no hacer fogatas a cielo abierto, no quemar basuras y no votar cerillos entre otras; así mismo, avisar oportunamente a la línea de emergencia 123 en el caso de posibles incendios o quemas.

Se continúa con las campañas de erradicación de retamo asociada al incendio en los cerros, y la limpieza de caminos para facilitar el acceso de vehículos de bomberos a la hora de presentarse un incendio.

El IDIGER cuenta con un mapa de amenaza forestal por mes y por zonas como guía para adoptar medidas frente la probabilidad de ocurrencia de incendios forestales, así como la atención oportuna que permita minimizar la afectación.

Dependiendo de la evaluación constante de riesgo, la autoridad ambiental podrá restringir el acceso de ciudadanía a ciertas zonas de los cerros orientales.

Enfermedades respiratorias
En las localidades de Usaquén, Chapinero, Santa Fe, San Cristóbal, Usme, Rafael Uribe Uribe, Ciudad Bolívar y Sumapáz, se pueden presentar enfermedades respiratorias por material particulado debido a la cantidad de vías destapadas y áreas erosionadas. En este sentido, es necesario tomar acciones para humectar dichas vías.

Afectación a Canales y Cuerpos Hídricos:
El tiempo seco puede generar olores y vectores por la menor dilución de aguas servidas en canales y cuerpos hídricos. Se trabajará en un constante monitoreo ambiental y de salud pública y de limpieza de canales y quebradas. Se recomienda a la ciudadanía no obstaculizar dichos cuerpos de agua con residuos.

Adicionalmente la SDA y la EAB adelantan procesos de recuperación en 32 quebradas del Distrito y en humedales, localizadas en las cuatro subcuencas urbanas, implementando para ello una ruta de recuperación que garantiza la participación y apropiación local de los procesos, así como la recuperación de la calidad hídrica y la recuperación del paisaje para habilitar espacio público para la recreación y disfrute de la ciudadanía.

Arbolado
Para tener un arbolado de mejor calidad el Jardín Botánico ha manejado el riesgo de volcamiento en 5.900 árboles a lo largo de la administración de la Bogotá Humana; ha sembrado otros 53.280 en espacio público y privado, y ha hecho tratamiento sanitario a 8.450 más, lo que equivale al 84,0% del avance de la meta establecida para el cuatrienio. El arbolado está prestando un mejor servicio ambiental que debe servir para mitigar los efectos del fenómeno.

Adaptación Constante
El gobierno de la ciudad ratifica que Bogotá se está preparando preventivamente para los impactos, y que la gestión de prevención y adaptación de la ciudad al cambio climático es un ejercicio de gobierno constante. De acuerdo al Plan Regional Integral de Cambio Climático los efectos de niño y niña en la región Bogotá Cundinamarca van a ser cada vez más intensos, por lo que el proceso de adaptación es urgente e incluye, la modificación al plan de ordenamiento territorial, la recuperación de espacios del agua: ríos, quebradas y canales, y fortalecimiento institucional con la creación del IDIGER que ha priorizado 114 puntos críticos en la ciudad, de los cuales se han intervenido 45 sitios afectados por remoción en masa mediante procesos de gestión de riesgos para la mitigación y recuperación, con una inversión de más de 93 mil millones de pesos. Se han beneficiado 22 mil personas.