Con enorme satisfacción, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal recibió el anuncio del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, de la cancelación de la temporada taurina en esa ciudad. Así mismo, el Instituto se permite informar a los bogotanos que, infelizmente, en el caso de la capital de la República no es posible replicar esta situación pues la Plaza de Toros de Santa María de Bogotá es un escenario público que, por decisión de la Corte Constitucional (sentencia T-296 de 2013), las autoridades distritales están obligadas a prestar para la realización de corridas de toros.
En este sentido, para no caer en el error de equiparar contextos que son del todo distintos entre las dos ciudades, es importante recordar de una parte, que en diciembre de 2018 el Centro de Espectáculos La Macarena de Medellín pasó a manos de un operador privado que adquirió el 51% de sus acciones y, de otra, que la sentencia de la Corte que obliga a Bogotá a permitir las actividades taurinas se mantiene vigente y no existen pronunciamientos que la revoquen o modifiquen.
“En Bogotá la plaza de toros es pública y por orden de la Corte estamos sometidos no solo a prestarla para la temporada taurina, sino también a abstenernos de adelantar cualquier tipo de actuación administrativa que impida, obstruya o dilate dicha orden. Quisiéramos que la Corte hubiese fallado en otro sentido, porque el dolor de los animales es nuestro dolor, pero no tenemos ninguna opción legal para oponernos a cumplir la sentencia. Ojalá el Congreso de la República tome pronto cartas en este asunto para que se ponga fin definitivamente, en Bogotá y en todo el país, a esta práctica cruel”, indicó Clara Lucía Sandoval, directora del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal.
