Al firmar el contrato de construcción y optimización de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) del Salitre, entre la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y Aktor de Grecia, Aqualia de España y Cass Constructores de Colombia, se da vía libre para arrancar con la descontaminación del Río Bogotá.
Para el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, el aval de adjudicación se constituye en una gran noticia que tiene que alegrar a los bogotanos que han esperado por años que este comience en forma.
“Estamos muy contentos en el avance del tratamiento de descontaminación del río Bogotá, felicitaciones a todo el equipo de la CAR. A los bogotanos les digo que así ven cómo se invierten los recursos que pagan por el impuesto predial que se destina a la CAR. Esta planta está financiada mayoritariamente con estos recursos. Una de nuestras metas es que el Río Bogotá pase de ser una alcantarillada olvidada, al centro de la ciudad futura”, afirmó Peñalosa.
Para el alcalde el trabajo de la CAR de garantizar que no haya inundaciones alrededor del Río Bogotá con la ampliación de su cause da como resultado un río navegable que a futuro podrá tener barcos de turismo como sucede en Melbourne (Australia) o en Berlín (Alemania).
“Es un avance hacia la Ciudad Río que queremos con 60 kilómetros de paseo peatonal, malecones, parques lineales, cafés, y sitios para que los ciudadanos se encuentren como iguales en una bicicleta o caminando”, dijo Peñalosa.
En este sentido, sostuvo que el Río Bogotá debe convertirse en un centro de calidad de vida. “Aquí van a vivir más de 10 millones de seres humanos. El río debe dejar de ser una alcantarilla y pasar a convertirse en un centro de vida, transformándose en un imán que atraerá a las personas para habitar en dicho eje. Así la ciudad será más compacta y menos densificada a muchos kilómetros de distancia con lo cual se reduce de paso el consumo de energía y por ende el calentamiento global”.
Beneficios de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Salitre
Eliminación de olores.
El agua podrá ser usada con fines agrícolas.
Recuperación paisajística.
Mitigación de riesgo de inundación en las riveras.
Valorización de los inmuebles.
Generación de empleo.
Construcción de un parque lineal en la planta para realizar recreación pasiva.
Construcción de un aula ambiental que permite educación sobre temas ecoambientales.
Según anunció el director de la CAR, Néstor Franco, la construcción de la planta tomará 4 años y su costo es superior a los 430 millones de dólares. “Por fin los bogotanos miraremos el río con orgullo y no con vergüenza”, puntualizó Franco.
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