Se conformó la octava Red de agricultoras y agricultores urbanos del Distrito en la localidad Antonio Nariño.
La actividad tuvo lugar en Biblioteca Pública Carlos E. Restrepo con representantes de más de 25 huertas del sector, que se congregaron para comenzar el plan de trabajo que apunta a promover la implementación de nuevas huertas en la localidad, generar corresponsabilidad en el cuidado y mantenimiento de las ya existentes y hacer parte del reverdecimiento de la ciudad.
La localidad Antonio Nariño es una de las zonas de Bogotá con una significativa actividad agroecológica, la cual se intensificó con la llegada de la pandemia en el 2020 y desde entonces, se vienen adelantando encuentros participativos con las y los agricultores urbanos, los cuales adelantan procesos de trabajo colaborativo y fortalecimiento desde hace varios años, bien sea de manera individual (huertas caseras), o en grupo (huertas comunitarias).
Contenidos relacionados
Aquí, una foto de los agricultoras y agricultores en medio una actividad, en donde los participantes cogen la punta de los lazos y se comprometen con los trabajos de su nueva Red:
“Estamos orgullosos de hacer parte de un modelo de ciudad que avanza por la ruta de la sostenibilidad y del trabajo colaborativo a través de las huertas caseras, comunitarias e institucionales, todas ellas representadas en la localidad Antonio Nariño”, destacó Martha Liliana Perdomo, directora del Jardín Botánico.
En este sector se han identificado personas con diferentes niveles de conocimiento sobre agricultura urbana, las cuales comparten saberes, conocimientos y experiencias, motivados por fortalecer técnicas sobre manejo y mantenimiento de huertas, lo cual representa una valiosa oportunidad de trabajo con la comunidad para el Jardín Botánico.
Un ejemplo de ello es la gestión de recuperación del espacio público realizada por el Colectivo Biblio Fuhucha, desde el cual se ha logrado la intervención de la zona cercana al río Fucha que colinda con la Avenida Caracas y el parque Ciudad Jardín, generando cambios en el territorio anteriormente marcado por la fuerte presencia de habitantes de calle y consumidores de estupefacientes.
Este proceso ha permitido que la comunidad se sienta más segura y reconozca las bondades que trae la práctica agroecológica en términos de convivencia y trabajo entre vecinos.
Se destaca además la participación institucional como la del Hospital Santa Clara, a través de su unidad psiquiátrica y de rehabilitación, la cual ha destinado varias zonas verdes para el desarrollo de la agricultura urbana que ha servido como terapia para sus pacientes.
La de Antonio Nariño se suma a las redes distritales de agricultoras y agricultores urbanos de las localidades de Tunjuelito, Los Mártires, Teusaquillo, La Candelaria, Kennedy, Rafael Uribe Uribe y Suba, conformadas desde 2020 a la fecha.