Video: Ellas son las 'Mujeres quibeñas emprendedoras' y así transforman el campo

Las 'Mujeres quibeñas emprendedoras' trabajan en la agricultura sostenible, son ejemplo de cultura campesina y destacan la importancia del campo en Bogotá.

Publicado por:
Yenifer Rivera

En zona rural de Ciudad Bolívar se encuentra un grupo de mujeres denominado 'Mujeres quibeñas emprendedoras', que tienen dos huertas colectivas y en sus casas cada una replica la experiencia en su huerta familiar. Gracias al trabajo del Grupo de Ruralidad de la Secretaría de Ambiente, en coordinación con el equipo de la Secretaría Distrital de la Mujer, se han organizado y han aprendido a elaborar abonos orgánicos para las cosechas.

¨Queremos que mostremos lo bonito que tiene el campo, que en vez de vender nuestras tierras las cultivemos, que cultivemos la papa, la arveja, las hortalizas, la cebolla, la lechuga, las aromáticas. Con el pasar del tiempo nos articulamos con la Secretaría de Ambiente, quien nos enseñó a preparar los abonos, porque nuestros productos se caracterizan por ser orgánicos¨, dijo Milena Cangrejo, integrante de ¨Mujeres quibeñas emprendedoras¨.

Este grupo quiere que cada vez más mujeres se vinculen y todas puedan tener una huerta en su casa para autoconsumo y venta en diversas localidades de Bogotá.

¨Nuestras hortalizas nos han servido para comercializarlas dentro de nuestra región y en las mismas familias. También las hemos podido vender a varias personas y hemos estado en algunos mercados campesinos¨, agregó Milena.

El conocimiento no solo ha sido técnico, sino también personal. La Secretaría de la Mujer las ha apoyado en temas de empoderamiento y amor propio.

Para Rubiela Mendivelso, otras de las mujeres quibeñas: "A mí como mujer me ha gustado que haya podido aprender y he podido enseñar, porque tengo dos hijas y les he enseñado mucho los valores que tenemos los campesinos y el valor que tiene el campo".

Resaltan que quieren rescatar las costumbres campesinas, la gastronomía y la producción agrícola. Pero lo más importante es que todos valoren el campo y el trabajo de la mujer que habita la ruralidad de Bogotá.