“Si usted cierra los ojos, escuchando a Francisco - se lo digo como maestra de música que lleva ejerciendo 43 años-, usted no se da cuenta de que la persona que está interpretando obras tan supremamente difíciles es un niño. Él toca programas que no tocan ni siquiera los estudiantes de maestría, se lo digo yo, sinceramente”.
El niño al que se refiere, la maestra Mariana Posada, docente y profesora titular de piano y música de cámara en el Conservatorio de la Universidad Nacional, es Francisco Cruz, quien a los 11 años acaba de convertirse en el primer niño que toca el piano con la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
“Él tiene esa capacidad descomunal y tiene una mente y un sentimiento donde usted piensa que está tocando un hombre de 50 o 60 años. Es como si un alma hubiera querido llegar de nuevo a expresar todo lo que tal vez en otra vida pasada no hubiera expresado y le quedó pendiente por expresar”, agrega la docente que fue solista y pianista de la Orquesta Sinfónica de Colombia, en la cual trabajó durante 28 años.
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Enseguida, el video en YouTube de la audición de Francisco Cruz con la maestra Mariana Posada en noviembre de 2019.
Francisco se transforma cuando toca el piano
Esa idea también ronda la cabeza de Linna Lozano, la mamá de Francisco quien sostiene que, como si se tratara de un acto puro de reencarnación, “Cuando ves tocar a Francisco, no es Francisco pequeño, él se transforma. Si la gente cree en lo de las vidas pasadas, te puedo decir que tiene en su cuerpo un pianista antiguo y si te puedo decir que es Chopin, lo tiene. Chopin vino a reencarnar en este siglo y lo hizo en Francisco”, asegura bastante emocionada por todo lo que le genera su pequeño hijo.
Y es que para ella el ver hoy en día a Francisco volando tan alto en la música es más que un milagro de vida, pues, para empezar, nació prematuro -con tan solo 30 semanas de gestación-, por lo que tuvo que ser puesto en una incubadora para superar los difíciles primeros momentos en este mundo.
A continuación, el tuit de la Orquesta Filarmónica de Bogotá con la ovación a Francisco Cruz, luego de su presentación en la Universidad de los Andes.
#EnVivo Impresionante ovación del público en el Auditorio Mario Laserna de la @Uniandes, al pequeño maestro Francisco Cruz, niño colombiano prodigio del piano, en concierto con la Orquesta Filarmónica de Bogotá. 👏👏👏 pic.twitter.com/8ndTYWeG9H
— Orquesta Filarmónica de Bogotá (@filarmonibogota) July 2, 2022
“Él nace muerto, sin signos vitales, y esto conlleva a un sinnúmero de cosas en el cerebro del niño. A los 3 días de nacido vuelve y tiene otro episodio. El niño vuelve y se va y dura 5 minutos sin respiración, sin oxígeno para su cerebro. Los médicos me dijeron que mi hijo iba a quedar con parálisis cerebral, con un retraso bastante grande en su parte motora”, cuenta doña Linna.
"Mi hijo va a dejar huella en este mundo"
“Yo me acuerdo que yo les dije: mi hijo va a caminar, mi hijo va a dejar huella en este mundo porque va a ser un niño sano, un hombre sano y Dios me escuchó”.
Francisco estuvo 25 días en la incubadora, tiempo durante el cual, su papá, un pianista empírico, se dedicó a complementar el tratamiento con unas buenas dosis de música clásica. “Él iba todos los días al hospital y le cambiaba los MP (Reproductor de audio y video). Les decía: doctor, a las 8 le pone el mp4 y le guardaba el mp4 en la incubadora, y el niño toda la noche, escuchando su Chopin y su Mozart”, recuerda la mamá.
Al salir del hospital el niño tuvo un crecimiento normal, pero a los 2 años empezó a mostrar hiperactividad -un trastorno de la conducta de los niños, que desarrollan una intensa actividad motora y se mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito-, tanto que una vez quiso saltar por la ventana del apartamento del tercer piso donde viven creyéndose Superman, uno de sus superhéroes preferido. Por fortuna la mamá apareció, justo a tiempo, para convencerlo de que él no tenía ese ‘superpoder’.
Un 'superpoder' para tocar el piano tiene Francisco
El ‘superpoder’ que si se le empezó a evidenciar fue el de tocar el piano, en un hecho que ocurrió cerca de los 4 años. “Yo estaba jugando en el pasillo, con unos carros y yo lo vi tocar a él – se refiere a Gabriel, un hermano que por entonces tenía 10 años- y yo le dije a mi papá: tan chévere ese piano. Un día Gabriel se había ido, entonces yo me senté a tocar un rato y fue cuando ya me empezó a gustar el piano”, asegura Francisco.
He aquí, una foto de Francisco Cruz Lozano, el niño de 11 años que toca el piano.
Esa nueva relación con el piano les sirvió a sus padres para catalizar de alguna manera su hiperactividad, que empezó a desfogar en incontables horas de práctica, guiado por la mano de su padre. “Lo que hizo fue ponerlo junto con el hermanito a aprender escalas, cositas. Él no tocaba nada, pero si había algo diferente en él”, relata la madre del pequeño artista.
Cuando Francisco tenía 7 años y medio, el papá decidió presentarlo al Conservatorio de Música de la Universidad Nacional, donde con un examen perfecto, generó la ovación de sus evaluadores. Es entonces cuando aparece la que se convertiría en su mecenas, la maestra Mariana Posada, quien descubre todo el potencial del niño que desarrolla una lectura a primera vista de las partituras excepcional por lo que “es como si ya la hubiera leído hace mil años”, sostiene Linna Lozano.
Encuentra a continuación, un video en YouTube en el que Francisco Cruz interpreta varias piezas musicales, entre ellas dos de Chopin, su compositor preferido.
Desde el comienzo Francisco mostró su destreza con el piano
“En el primer semestre me di cuenta de que Francisco leía sus partituras con mucha destreza, lo que llamamos lectura a primera vista, que no todas las personas tienen”, cuenta la maestra Posada y agrega: “Al terminar ese semestre de 2019, él me aprobó los 6 semestres que corresponden a casi a un nivel entero del conservatorio que es el nivel D y entró a hacer el C2”.
A partir de entonces el niño con talento sobresaliente, como lo describe el director de la Filarmónica de Bogota, David García, tuvo un desarrollo musical que ha sido avalado por los éxitos obtenidos.
Entre otros logros, en diciembre 2019, ganó el Concurso para niños Solistas de la Orquesta Collegium Musicum, del Conservatorio con el Concierto en re Mayor de W.A. Mozart; en marzo de 2021, triunfó en el Carmel Klavier Latinoamérica, no solo en su categoría de edad, sino que le fue otorgado el Grand Prize entre todos los concursantes desde 7 a 18 años. Como premio, pasó directamente a la Final del Concurso Carmel Klavier USA en el cual ganó en las categorías de Concierto, con Beethoven Opus 15 # 1 primer lugar y Solo segundo lugar.
A continuación, una fotografía de Francisco Cruz, acompañado por la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Hoy Francisco sueña con ganar el Concurso Internacional Frédéric Chopin, en homenaje al compositor polaco que es su predilecto e ícono del Romanticismo. “Me gusta el Concierto n.° 1 de Chopin, me fascina, es el que yo sueño tocar cuando sea grande”, se ilusiona y dice que todos los compositores son muy difíciles de interpretar y cuando le pregunto que qué otra música escucha, me cuenta que también le gustan otros ‘clásicos’, pero de la balada como Camilo Sesto, José José y Roberto Carlos.
Entre sus hobbies están: leer libros, entre los que destaca El Principito -"porque nunca hay que dejar de soñar como niño"-; jugar con carros y el fútbol, en el que también es muy habilidoso, según asegura su mamá.
Francisco hace historia con la Orquesta Filarmónica de Bogotá
Así es Francisco Cruz, el niño prodigio del piano, que cuando está dormido siempre mueve sus ojos y tararea todo lo que toca en el día. El mismo que hace historia con la Orquesta Filarmónica de Bogotá, y que, con tan solo 11 años -si encuentra el apoyo integral y el entorno que necesita para desarrollar su genialidad- seguirá siendo un orgullo colombiano para mostrar al mundo. “El sería el perfecto candidato para estar en la Escuela de Niños Genios de Moscú”, sentencia la Maestra Mariana Posada y ella sí que tiene razones para decirlo.
Enseguida, el video en YouTube de la presentación de Francisco Cruz con la Orquesta Filarmónica de Bogotá en el Auditorio Mario Laserna de la Universidad de los Andes.