El dibujo manga, una forma de acercarse al arte en el colegio

El dibujo manga, cuyo origen se remonta al Japón del siglo XI, tiene actualmente una gran acogida, no solo en el país nipón, en donde el 38% de los libros que se producen abordan este tipo de expresión pictórica, sino también en el resto del mundo que se ha rendido a la fuerte influencia de programas de televisión, infantiles y adolescentes, que evocan en sus animaciones este particular estilo.

En Bogotá, el agrado por el dibujo manga no ha sido ajeno y gracias al gusto que produce en niños, niñas y jóvenes, una docente del Distrito decidió utilizarlo para que sus estudiantes se sintieran atraídos hacia las clases de dibujo artístico.

La profesora de educación artística, Sara Consuelo Suárez Morales, quien labora en el colegio distrital Benjamín Herrera en la localidad de Puente Aranda, ha usado el arte manga para que sus estudiantes profundicen y exploren diferentes expresiones artísticas.

Todo comienza en la educación media. Los estudiantes aprenden teoría y composición a partir del dibujo manga; luego, cambiarán los ojos grandes y rostros ovalados propios de este estilo, por la exploración de sus propios rasgos dando un salto importante hacia el aprendizaje del cuerpo, las proporciones y los movimientos.

Ana Zuleima Matallana, estudiante de once grado, obtuvo en su colegio diferentes premios por su talento para el arte. En sexto grado conoció el manga y, según ella, fue un descubrimiento fascinante: “Son expresiones diferentes a las que uno ya conoce, rostros muy distintos”, asegura. Ana Zuleima, aficionada a diferentes programas de televisión que recrean el dibujo manga, afirma que gracias este conocimiento ha decidido estudiar diseño gráfico.

Para la profesora Sara Consuelo Suárez, la enseñanza del arte y del dibujo artístico en la educación escolar es fundamental; según la docente, este tipo de expresiones artísticas estimula en los niños, niñas y jóvenes, diferentes formas de pensar, además de activar las neuronas, lo cual beneficia su desarrollo de manera integral.

“Se debe buscar qué es lo que les gusta a los estudiantes y aplicarlo en el proceso de aprendizaje”, afirma esta docente que, además de dibujo, enseña a los niños y niñas del colegio Benjamín Herrera, que explorar el conocimiento también puede ser todo un placer.