'Le hemos ganado espacio a las galerías de arte': Chirrete Golden

21·ENE·2016
Chirrete, en el argot popular, es una palabra utilizada para nombrar al habitante de calle, a ese personaje que duerme en el duro asfalto y recorre sin ...
Grafiti - Foto: Chirrete
Grafiti - Foto: Chirrete

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Chirrete, en el argot popular, es una palabra utilizada para nombrar al habitante de calle, a ese personaje que duerme en el duro asfalto y recorre sin rumbo las esquinas en un delirio perpetuo.

A Roberto le pareció que este símbolo de la calle bogotana representaba su forma de hacer Street art, y lo complementó con la palabra Golden, que en inglés significa dorado. “Es algo rudo, pero estilizado a la vez, y dorado porque tiene detalle”, contó Roberto.

Así, hace más de 10 años, él le dio vida a Chirrete Golden,  un alias con el que ha pintado murales urbanos en varias ciudades de América Latina, algunos de ellos en Bogotá. Uno de los más representativos es el que embellece la calle 26 a la altura del Centro de Memoria de Bogotá y que rinde un homenaje a las víctimas de la Unión Patriótica.

“Siempre me ha gustado pintar, me inspiro en la memoria, en los recuerdos de mi vida”, dijo el artista.

Su curiosidad por el arte urbano nació en un viaje a  Ciudad de México, en la que vio por primera vez el uso de 'stikers' realizados por artistas pegados en el espacio público. “Me pareció muy chévere ver que el diseño podía salir de lo comercial y ser algo más de  la calle, y quise hacerlo”.

México, considera él, es uno de los puntos iniciales de la historia del arte urbano latino. De Los Ángeles pasó a Tijuana, primero como una forma en la que las pandillas marcaban sus territorios, y luego, evolucionó a una forma de expresión que no cabe en un papel o un lienzo.

Aunque el Street art o arte urbano  es una amplia categoría que recoge diversas expresiones, Chirrete marca la diferencia entre lo que es un grafiti y lo que es un mural elaborado, a lo que muchos llaman posgrafiti.

“El grafiti como tal no tiene una pretensión artística. Los grafiteros son escritores, es decir, hacen letras, y a algunos hasta les molesta que los quieran encasillar en lo artístico. En cambio, nosotros hacemos  diseños muy elaborados, manejando grandes escalas y estilos diferentes. Aunque nacemos de la misma esencia, la de la calle, el sentido no es el mismo”.

Las técnicas son variadas, y muchas veces la obra es determinada por la pared que se escoge para realizar la intervención. Chirrete ha tenido que no solo perfeccionar su diseño, sino aprender a armar escaleras, hacer extensiones de varios metros para sus pinceles y hasta hacer cursos de trabajo en alturas, con arnés.

“Uno quisiera tener una pared lisa, blanca, pero a veces no es así. En el taller uno tiene el control de todo, pero en la calle no, eso me gusta. El reto es con uno mismo todo el tiempo, de estar haciendo lo que uno ve en el dibujo, y que al final quede así o mejor”.

Para Chirrete, a pesar de las polémicas, el arte urbano le ha ganado terreno al arte tradicional encerrado en las galerías, pues le permite a los ciudadanos establecer relaciones directas con el proceso creativo.

“Lo que más me gusta de trabajar en la calle es eso, establecer cierta relación con la gente que pasa, con el dueño del edificio, con los vecinos. Bacano porque la gente se te acerca, te da sus puntos de vista o te critica. A veces llegan con gaseosa y pan”.

Chirrete considera que el arte urbano se ha convertido en una marca de Bogotá, y que el movimiento, conformado por artistas como Toxicómano, Guache, Lesivo, Ledania, entre otros, se ha fortalecido y continuará llenando las paredes de la ciudad con memorias y originalidad.

¿Qué dice el Distrito?

Desde la Alcaldía de Enrique Peñalosa, se ha enviado un mensaje de apoyo al arte urbano y de la práctica responsable y no vandálica del grafiti en el espacio público.

“Una diferencia fundamental es el grafiti hecho y elaborado en una zona autorizada, y bien diferente es el rayón y el acto vandálico que atentan contra el bien público”, afirmó Miguel Uribe, secretario de Gobierno de Bogotá.

Así mismo, Juan Ángel Samper, director de Idartes,  aseguró: “El arte tiene un alto valor simbólico que no sólo contribuye a reducir brechas sociales sino que afianza lazos entre las comunidades como generador de paz. Estamos revisando los avances de la administración anterior y con certeza profundizaremos los modelos y las buenas prácticas”.



Twitter: @ServiCiudadano