Este jueves 9 de julio la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte lanzó, en el tradicional barrio 20 de Julio, la estrategia pedagógica de cultura ciudadana 'Alas de distancia' para promover entre comerciantes y ciudadanía prácticas de autocuidado para mitigar el contagio del COVID-19 en nuestra ciudad.
La estrategia hace especial énfasis en una acción prioritaria de mutuo cuidado: el distanciamiento físico. En cuarentena, hemos permanecido en casa. Ahora, que empezamos a salir, debemos seguir cuidándonos. Y la mejor manera de lograrlo es mantener la distancia física con los demás. Es muy fácil medirla: para volar fuera de ese nido que ha sido nuestro hogar debemos abrir las alas.
Nicolás Montero, secretario de Cultura, Recreación y Deporte, explica cómo desde la entidad se han promovido tres grandes acciones de autocuidado. Las hemos denominado LUS (Lavado de manos cada tres horas, Uso adecuado del tapabocas y Sepárate).
“Encontramos en el distanciamiento físico el cambio social más prioritario en estos momentos para reactivarnos de forma segura y emprender de nuevo la vida cotidiana. Por eso, presentamos Alas de distancia, mecanismo pedagógico que, mediante las figuras de unos pájaros con las alas extendidas, invita a los ciudadanos a separarse a dos alas de distancia. Es una manera metafórica de representar que con las alas extendidas podemos movernos en 360 grados sin entrar en contacto con nadie. Ese es el distanciamiento seguro”, agrega el secretario Montero.
Para lograrlo, emprendimos una labor de regulación pedagógica con los comerciantes y los vendedores informales en distintas localidades de la ciudad, a través de la cual además del distanciamiento físico reiteramos el llamado al uso adecuado del tapabocas (cubriendo nariz y boca), lavado permanente de manos y desinfección de los puestos de trabajo.
En la jornada de presentación compartimos además la intervención plástica que, con apoyo de la Fundación Pintuco, realizamos sobre la Carrera 6 de este sector, entre las Calles 25 y 27 Sur, que concentra gran parte del comercio de la localidad de San Cristóbal.
Se trata de una intervención plástica de urbanismo táctico que promueve el distanciamiento físico a través de un ejercicio artístico consistente en pintar figuras sobre el suelo, cuyos diseños son resultado de talleres de cocreación con las comunidades del barrio. Diseños inspirados en el concepto de los pájaros y sus alas extendidas, plasmadas sobre el espacio justamente para invitar al distanciamiento físico.
Todo este proceso cuenta con un apoyo decidido de la comunidad. Desde la Dirección de Cultura Ciudadana de la SCRD, través de talleres de sensibilización, compartimos información relevante con comerciantes formales e informales sobre la rápida propagación de la COVID-19 y las medidas de autocuidado necesarias.
Henry Murraín, director de Cultura Ciudadana explica que “los puntos de comercio, consumo y contacto, son los más críticos en cuanto a riesgo de contagio en la ciudad. Cafés, tiendas, panaderías, puestos de jugos en la calle o casetas de mecato a la salida del TransMilenio son puntos de contacto de personas donde las medidas de distancia se reducen y las personas, además, se bajan el tapabocas para comprar o consumir”.
Agrega que en las grandes ciudades donde las cifras de contagio están desbordadas “gran parte de quienes empezaron a entrar en la estadística de contagio y muerte, laboran como vendedores ambulantes, comerciantes y tenderos. En Bogotá, aún estamos a tiempo de anticiparnos a esa situación. Por eso nace ALAS”.
Una estrategia de ciudadanos dispuestos a cuidarse y cuidar a otros. Que entienden que es #ConCulturaCiudadana que podemos reducir el contagio en los puntos de comercio, contacto y consumo de la ciudad.
El piloto de esta estrategia se desarrolló en el barrio 20 de Julio, zona en la que durante los últimos tres meses se viene realizando un trabajo pedagógico, liderado por la Alcaldía Local de San Cristóbal, con los comerciantes del sector –muchos de los cuales llevan 30 años desarrollando su actividad comercial– para, como asegura el Alcalde Local Anderson Acosta Torres, “lograr un equilibrio entre la reactivación económica y cuidado de la salud”.
Es una labor que cuenta con el apoyo del Instituto para la Economía Social, IPES, y más de tres mil vendedores informales apostados “en la zona comercial más importante de San Cristóbal pues allí se encuentran los principales almacenes y el único sector bancario. Con ellos logramos acuerdos de autorregulación y hoy tenemos una Carrera 6 despejada, que les permite a los peatones moverse con comodidad.”, cuenta el alcalde local.
Para Libardo Asprilla, director del Instituto para la Economía Social, IPES, se trata de una “transformación social y urbana, de la que se han apropiado los vendedores informales del sector, para que tengan dispuestos de mejor manera sus productos y en condiciones de bioseguridad para tranquilidad de los comerciantes y de los clientes. Como comerciantes hemos aprendido que el barrio 20 de Julio no puede seguir siendo un espacio de tantas aglomeraciones”.
Los comerciantes se han unido a la estrategia Alas de Distancia y promueven el autocuidado.