La Biblioteca Pública de Pasquilla, ubicada en la zona rural de Ciudad Bolívar a 3.400 metros de altura, recibe por lo menos tres veces por semana la visita de Karen Dayana Moya, una pequeña de siete años que, ‘trepada’ en una yegua, recorre durante 40 minutos el camino que la lleva a un encuentro con la lectura. Sin saberlo, se está convirtiendo en la heroína de muchos.
“Monto a caballo para ir a la biblioteca todos los días, que es muy chévere, con muchos libros, aprendo mucho y encuentro amor y paz. Cuando sea grande quiero ser zootecnista y en este momento quiero aprender a leer más”, relata Karen en momentos previos a su encuentro con el alcalde Enrique Peñalosa, llena de ansiedad y curiosidad por conocer el Palacio Liévano.
Este itinerario lo sigue desde hace seis meses, el mismo tiempo que lleva la instalación de esta sede que hace parte de la Red Pública de Bibliotecas de Bogotá. Hoy el alcalde Enrique Peñalosa la recibió en su despacho para hacerle la entrega de seis libros de colección que, como ella dice “la llenarán de paz y amor”, además de un reconocimiento por su ejemplo. El encuentro fue tan emotivo que la mamá de Karen, Alba Castro, no pudo contener las lágrimas de la emoción.
“Llueva o no, Karen va todos los días al colegio y a la biblioteca pública, que hicimos en Pasquilla, a pedir libros prestados en su yegua que se llama Fortuna. Además, le encanta leer, su mamá le ha enseñado y motivado muchísimo. Así que estamos muy felices de tener esta lectora tan maravillosa y esta familia tan maravillosa”, destacó el alcalde.
Karen acaba de ingresar a segundo de primaria y mezcla su amor innato por el campo con la pasión que le ha despertado la lectura. En las vacaciones, luego de acompañar a su papá a ordeñar las vacas, se alista para iniciar su recorrido por los libros. Sus papás, Carlos Rogelio Moya Castiblanco y Alba Castro, orgullosos aseguran que es un ejemplo para todos los niños de la vereda, donde se ubica su finca nombrada “El Triunfo”, allí vive también con su hermano pequeño.
“Desde los cinco años ella monta su yegua y cuando abrieron la biblioteca decidió ir a pedir libros prestados para leer. Esto fue una ayuda muy grande porque ella tenía notas bajitas en el colegio y gracias a la biblioteca pudo terminar muy bien su año. La lectura es muy importante para los niños y los libros le han permitido a mi hija tener más conocimientos”, señaló Alba.
El proceso de Karen empezó con la asistencia a los talleres de escritura y lectura, tras la instalación de la biblioteca pública. La pequeña no se perdía los talleres de lectura y escritura que se dictan y le nació el gusto y el disfrute por la lectura de los libros. Le gustan los libros-álbum, ya que son llamativos y la motivan a seguir leyendo. Sus favoritos: ‘Caperucita Roja’, ‘La Cenicienta’, ‘Qué le pasa a mi cabello’ y ‘Willy el tímido’.
“Me siento muy satisfecho desde que llegó la biblioteca Pasquilla, porque ella le tomó mucho cariño a los libros. Quisiera que todos tomaran su ejemplo, así le lleven libros a su casa, ella quiere ir y venir en su yegua, y así animar a los otros niños”, indicó Carlos Rogelio Moya, orgulloso y amoroso papá de Karen.
Biblioteca pública, un ‘oasis’ para la comunidad
La coordinadora de la Biblioteca Pasquilla, Vielsa Milena Marroquín, y quien más motivó a Karen a que leyera, asegura que esta sede se convirtió en un ‘oasis’ para la comunidad. Sin importar la edad llegan a la biblioteca a debatir y a compartir opiniones de distintos temas y a hablar sobre sus vidas.
“Es muy importante que los bogotanos incorporen en su imaginario que Bogotá es rural y así lograr que todos los servicios que se prestan en la zona urbana también se puedan prestar en las zonas rurales. Estos vienen a complementar los servicios que se están prestando en los colegios, son previstas como centros culturales”, indicó la gerente de la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá, Tatiana Duplat Ayala.
La gerente también aseguró que en las bibliotecas ubicadas en zonas rurales cuentan con promotores, quienes también a caballo llegan a diferentes puntos. De esta manera, si el usuario no puede llegar al libro el libro llega al usuario.
El obsequio del alcalde tiene los libros: ‘El vicario que hablaba al revés’, de Roald Dahl; ‘Examen de miedo’, de Yolanda Reyes; ‘El libro en tamaño real’, de Jorge Doneiger; ‘Sardinos pequeña colección de colombianismos’, de Clarisa Ruíz - Santiago Guevara; ‘Mate Maldición’, de Jon Scieszka - Lane Smith y la Introducción a la música de concierto ‘Las aves’, de Ana Gerhard - Cecilia Varela.