En fotos: Con más de 36 mil asistentes, Colombia al Parque fue todo un éxito

237 artistas, 17 agrupaciones, 22 emprendimientos, 15 artistas del espacio público y tres Dj en la carpa de Discos Pacífico conformaron la oferta artística y cultural de la edición 23 de Colombia al Parque, en la que más de 36 mil personas bailaron, cantaron y evocaron sus mejores épocas con la integración de sonidos latinoamericanos y nacionales, que destacaron las músicas del Pacífico colombiano, región protagonista del Festival.

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De acuerdo con María Claudia Parias, directora del Instituto Distrital de las Artes – Idartes, “tuvimos una asistencia masiva del público bogotano que valora, aprecia y se conecta con la música del país, que se caracteriza por tener una gran variedad de sonidos que estuvo presente en un escenario en el que los artistas  crearon obras contemporáneas y ese fue uno de los éxitos de la curaduría de este festival que tuvo como lema Cuando el río suena, que hizo tributo a los ríos colombianos sobre todo al Magdalena y la riqueza de la producción cultural que lo rodean. Este Festival hace parte de las políticas que representan la posibilidad de contar con el espacio público como un lugar de encuentro y de validación de todas las formas de diversidad”

Es así como bajo un sol radiante, con folclor llanero y fusiones de jazz afrocubano, inició la jornada del sábado 24 de agosto de la mano de los grupos distritales Agrupación Llamarada y Macuira, que empezaron el viaje musical que tuvo una parada en Silvia, Cauca, cuyos representantes del pueblo Misak, Sol Nacer, sorprendieron a los asistentes con un homenaje a Boyacá en el que la carranga fue la gran protagonista. Los seis miembros de este grupo, con un requinto y dos guitarras, pusieron a bailar a los visitantes con los típicos saltos que caracterizan a este género musical que es propio de la región Andina.

En la mitad de la tarde, la marimba y la guasá, instrumentos típicos del Pacífico, retumbaron con la presentación de la agrupación distrital Absalón y Afropacífico, en la que los asistentes sacaron los pañuelos para bailar y corear canciones como Arrocito en bajo.

Se vivió un ambiente de fiesta propicio para darle entrada a la emblemática orquesta venezolana La Billo's Caracas Boys, que con temas como Ni se compra ni se vende, pasodoble compuesto en 1960 por el maestro Monreal, y con otros del maestro José Barros, creó una atmósfera navideña que generó que niños, jóvenes y adultos bailaran y aplaudieran con sus éxitos.

“A mis 70 años y como admirador de La Billo's nunca me imaginé que podría tenerlos tan cerca. Gracias por esta oportunidad”, afirmó Jorge Montenegro, asistente de Colombia al Parque. 

La música del Caribe y los sonidos del afrobeat subieron la temperatura con Zaider, artista cartagenero, que puso a mover las caderas del público con éxitos como Te va a doler y Vive la vida. 

Entre tanto, las agrupaciones distritales Ukamau y El Turco Perro mostraron el talento capitalino ante más de 15 mil personas, quienes disfrutaron con estas propuestas musicales que resaltaron, cada una con su estilo, las sonoridades tradicionales de la Cordillera de los Andes.

Herencia de Timbiquí fue la encargada de cerrar la jornada del sábado. Entre lágrimas de alegría, aplausos y hasta abrazos, el público coreó todas las canciones de esta agrupación que está conformada por 11 músicos que fusionan los ritmos del Pacífico con la música urbana contemporánea.

Folclor latinoamericano, protagonista de la jornada del domingo

El frío del 25 de agosto no impidió que  el Parque de Los Novios resonara con las mejores expresiones del folclor latinaomericano que fueron las protagonistas de la oferta musical del 25 de agosto. 

Las agrupaciones bogotanas Guaita y Los Vitocos dieron inicio al último día de Colombia al Parque, donde interpretaron temas que rendían homenaje a la música campesina y a otros ritmos tradicionales. 

Enseguida, la Filarmónica de Música Colombiana de la Orquesta Filarmónica de Bogotá -OFB, bajo la dirección del maestro Jorge Arbeláez, interpretó música del altiplano y la cordillera del centro del país, destacando géneros como el torbellino, pasillo y guabina.

Con un acordeón y un traje típico del folclor chileno, Pascuala Ilaba & Fauna, cantante y compositora, mezcló durante su presentación géneros como la ranchera, el bolero y la música protesta. Así la porteña hizo un recorrido por diversas culturas y tradiciones que fue aplaudido y coreado por todos los asistentes.

Desde Barranquilla y bajo la dirección de Marlon Peroza, la tarde culminaba con las sonoridades ancestrales de Los Gaiteros de Pueblo Santo, que con su música dan vida a las historias de un universo narrativo y sonoro llamado Pueblo Santo. “que cuenta la historia de un pueblo en el que se mezclan los vivos y los muertos cada vez que suenan las gaitas y los tambores”, explicó Peroza. 

Luego de esta presentación llena de alegría y color, el turno fue para las agrupaciones Bituin y Semblanzas del Río Guapi, cuyos sonidos se movieron entre lo ceremonial, la nostalgia y la celebración.

El gran cierre del Festival Colombia al Parque estuvo a cargo de  Lila Downs, una de las artistas más importantes de la región y una de las más esperadas por todo el público del Parque de Los Novios, donde inició su presentación saludando a los asistentes y expresando su alegría por ser parte de este Festival.

“Somos hermanos del corazón, de las músicas y de las tierras benditas que componen Latinoamérica”. Durante su concierto se pudieron apreciar canciones que, como ella misma lo afirma, “van desde lo triste y lo celebratorio”.

Programación alterna

Al lado del escenario, se ubicó la carpa de Discos Pacífico, donde, durante los dos días y de forma continua, no cesó la fiesta en la que chicos y grandes bailaron al ritmo de la marimba, los tambores, la gaita y las mezclas de los Dj Prieto, Riddiman, JI El más Demente y Cerrero.

Como balance, la Zona de Arte y Emprendimiento, en la que participaron 22 emprendedores bogotanos con una gran variedad de productos que promovieron la sostenibilidad ambiental, la biodiversidad colombiana y la innovación de productos desde las artes, obtuvieron ganancias por $47.989.000, dinamizando así las economías locales.

15 artistas del espacio público del programa Arte  a la KY también hicieron parte de la programación del Festival con la participación de dibujantes, caricaturistas y estatuas humanas, quienes obtuvieron ganancias por $2.700.000.

De igual manera, el programa Libro al Viento distribuyó en el evento 2000 ejemplares de la colección a las manos de nuevos lectores y lectoras, que adquirieron títulos como  Bogotá Contada, La oración de la última rama, Un ave posada allá a lo lejos, La casa encantada, entre otros  que ahora vuelan para contar nuevas historias a las y los capitalinos.