391 familias campesinas incrementaron sus ingresos en un 95%

Publicado:
22
Jun
2014
Escucha la noticia

En un 95 por ciento se incrementó el ingreso familiar de los grupos campesinos que forman parte del proyecto “Acceso a mercados y seguridad alimentaria en la región central de Colombia”, liderado por la Universidad Nacional.  El indicador, realizado en diciembre de 2013, comparó 391 familias participantes frente a otras 330 de los mismos municipios que no hacen parte del proyecto. 

Este dato fue dado a conocer en la presentación de resultados del proyecto, el cual se basó en 24 investigaciones interdisciplinarias desarrolladas durante los últimos tres años y medio por la Facultad de Ciencias Agrarias de la U.N. en Bogotá, en convenio con Oxfam, recursos de la Unión Europea y un conjunto de organizaciones campesinas. 

Los resultados, que tuvieron en cuenta a 2.000 hogares campesinos de 112 municipios de Cundinamarca, Boyacá, Meta y Tolima, se ajustan a necesidades y problemas específicos de estas familias, como la comercialización con intermediación tradicional, factor que sacrifica el margen de ganancia y afecta al pequeño productor y al consumidor final, quien obtiene un producto más costoso. 

La iniciativa incluye dos factores fundamentales para mejorar el sistema de abastecimiento de alimentos y la soberanía alimentaria (capacidad de abastecimiento sin necesidad de importaciones). 

El primer factor es el acceso a mercados con condiciones justas y adecuadas para los campesinos. La producción y comercialización deberán estar alejadas de las condiciones de las grandes cadenas, de su poder de negociación de precio, del retraso en el pago a los agricultores y de la responsabilidad que recae sobre ellos en cuanto a las pérdidas de productos en góndolas. 

Uno de los ejemplos en este proceso es que con el 13 % de la producción comercializada en los mercados realizados en 14 parques de Bogotá, los campesinos obtuvieron el 24 % de sus ingresos familiares. El resto de producción es vendido en canales tradicionales donde también han incrementado sus ingresos, gracias a la aplicación de las teorías aprendidas en el proyecto. 

La iniciativa de organizaciones sociales ha logrado que al vender directamente se definan precios justos que favorecen al productor y al consumidor. 

El segundo factor es el acceso a recursos productivos. No sirve de nada que los campesinos vendan mejor si no tienen acceso a tierras, tecnología, créditos y agua. 

Álvaro Parrado, integrante del “Grupo de investigación en gestión y desarrollo rural”, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la U.N., resalta la importancia del proyecto, pues busca generar conocimiento que se convierta en bien público.

“Los campesinos reconocen que, adicional a sus saberes ancestrales, son necesarios los conocimientos que la academia puede aportar para mejorar sus procesos y comercializar mejor sus productos” asegura el investigador.

Estas 2.000 familias campesinas presentan características propias de la pequeña producción. La mitad no tiene tierra y un poco más de la mitad no solo se dedica a la actividad agropecuaria sino que también vende su mano de obra y se ha diversificado en actividades de comercio.

Fuente: Agencia de Noticias UN