'Adopta una mariposa', proyecto que llenó de naturaleza al colegio San Agustín🦋

Aulas vivas un proyecto que adorna las paredes del colegio San AgustínFoto: Archivo particular.
La institución cuenta con una huerta escolar en la que se desarrollan proyectos académicos para acercar a las y los estudiantes a los animales y la naturaleza.
Publicado:
9
Mayo
2022

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Orugas, pájaros, plantas, insectos, colibríes y una gran variedad de hermosas flores, se convirtieron en los nuevos integrantes que habitan los espacios del colegio San Agustín en localidad Rafael Uribe Uribe. Una institución educativa que lidera el proyecto 'Adopta una mariposa', el cual brinda a sus estudiantes un espacio al aire libre para que convivan a diario con la naturaleza y con su mariposas. 

Todo empezó hace más de 10 años, cuando al profesor Álvaro Stiven Silva, se le ocurrió la idea de construir un espacio verde en la parte posterior del colegio San Agustín, brindándole a las y los estudiantes nuevas estrategias para comprender y conservar la flora y fauna nativa presente en el territorio.

La pasión y el amor del profesor por la naturaleza se extendió a los corazones de todas las y los estudiantes del San Agustín, que al conocer el proyecto se animaron y empezaron a apoyar la creación de la huerta escolar que tiene como principal atractivo un espacio dedicado para conservar orugas. 

Adopta una mariposa, el símbolo del proyecto del profe Álvaro Silva

Uno de los principales atractivos del ‘Aula viva’ es su mariposario, un hogar de las orugas que se ha expandido a las casas de las y los estudiantes del colegio San Agustín que han sido testigos del crecimiento de aquellas oruguitas que llevan a su casa para luego crecer, abrir sus alas y volar. 

‘Adopta una mariposa’, consiste en que cada niña o niño del colegio se lleva una oruga para su casa y, en compañía de su familia, viven y observan todo el proceso de metamorfosis. Teniendo claro las características de cada etapa, los cuidados que se deben tener y los tiempos de espera para que, finalmente, nazca una mariposa, que luego será liberada. 

“Adopta una mariposa es fundamental dentro de este proceso pues las y los niños aprenden a cómo cuidar este organismo indispensable para los ecosistemas, ampliando su sentido de pertenencia y apropiación del territorio” asegura, Álvaro. 

Una actividad que ha llenado de orgullo a la comunidad educativa, al permitirles vivir la maravillosa experiencia de la metamorfosis. Pequeñas orugas que podrás contemplar en la siguiente imagen: 

Mariposario
Adopta una mariposa le permitió a las y los estudiantes convivir con las orugas hasta su completar su proceso de metamorfosis. Foto: Archivo particular. 

La naturaleza se tomó los espacios del colegio San Agustín 

Como una herencia familiar de su abuela paterna, el profe Álvaro despertó su amor por las huertas caseras, las terrazas verdes y los espacios naturales. Una pasión que dio como fruto el proyecto ‘Aulas vivas’ que hace más de una década ha involucrado a estudiantes, docentes y familiares. 

Para Álvaro, su amor por la naturaleza lo llevó a construir este espacio en el San Agustín, en el que contó con el apoyo de su padre, algunos docentes, estudiantes, directivas y familiares que se interesaron por el lugar y se unieron al  profesor para aportar en el mantenimiento y conservación de la huerta escolar. 

“Los aportes que tiene el proyecto ‘Aulas vivas’ para el colegio San Agustín permite a las y los estudiantes a través de una visita al espacio, cambiar el escenario del aula tradicional desde la cual las paredes no les permiten vincularse o sentir la sensación con el exterior. En el ‘Aula viva’ las paredes son las plantas y les dan la posibilidad de comprender esa riqueza natural y al mismo tiempo comprender la importancia de las acciones que pueden realizar para transformar el entorno”, comenta, Álvaro Silva. 

Un lugar especial que brilla en medio de los ladrillos del colegio y que resalta el verde de la naturaleza que lo conforma y los maravillosos colores de las plantas y mariposas que lo habitan. Conoce parte de la huerta escolar en la siguiente imagen: 

Aulas vivas
Un espacio verde y natural que se encuentra en la parte posterior del colegio San Agustín. Foto: Archivo particular.

La magia del lugar, en el que se respira naturaleza, se convirtió además en un escenario cultural en el que se realizan actividades por medio de danzas, dibujos y espacios de lectura en donde las y los estudiantes pasan su tiempo leyendo un libro y viviendo esa experiencia en medio de la naturaleza. 

La huerta, a su vez, se ha convertido en un espacio de aprendizaje para las y los estudiantes que aman pasar sus ratos cuidando las plantas, un proceso que les ha ayudado a fortalecer sus conocimientos y generar diferentes interacciones que les permiten comprender y aportar a la conservación de la flora y fauna nativa presente en el lugar. 

“Es una de las experiencias más bonitas que hemos tenido y es un proceso muy enriquecedor porque hace parte también del rescate de esa diversidad cultural, generando un fortalecimiento a partir del potencial que tienen los estudiantes que están en el colegio San Agustín”, afirma el profesor. 

Las clases del San Agustín tomaron un nuevo aire, ahora sus estudiantes anhelan visitar el 'Aula viva' para seguir aprendiendo en su clase de ciencias naturales y poder pasar sus ratos en medio del ambiente inspirador de este lugar. En la siguiente imagen, te compartimos algunos estudiantes compartiendo en el 'Aula viva': 

Las y los estudiantes aprendiendo en el 'Aula viva'. Foto: Archivo particular.
Las y los estudiantes aprendiendo en el 'Aula viva'. Foto: Archivo particular.

Gracias al liderazgo del profesor junto con el apoyo de sus estudiantes y sus familias, el proyecto ‘Aulas vivas’ se conserva como uno de los lugares más visitados del colegio San Agustín, el cual se ha convertido en un espacio de aprendizaje, unión, naturaleza y creación colectiva. 

“Estos ambientes educativos deben estar en todos los colectivos de la ciudad y del país porque son espacios que le permiten a la comunidad generar una apropiación de su lugar, de su colegio, de su territorio. Permite integrar a los estudiantes a un proceso de participación [...] aprovechando ese potencial que tiene cada estudiante desde sus habilidades.” 

El profesor Álvaro Silva invita a todos los colegios de Bogotá a implementar este tipo de proyectos que permiten que gran parte de la comunidad educativa amplíe sus conocimientos en el área y se apodere de la conservación y el cuidado de la naturaleza desde las instituciones y por supuesto desde el hogar.