María Paula Córdoba nació con una sensibilidad particular. Desde muy pequeña se interesó por el arte y hoy está cursando tres materias en dos universidades gracias al programa #RetoLaU. Sueña con ser docente y exponer, algún día, su trabajo en una galería. Esta es su historia.
Como muchos jóvenes, María Paula se graduó del colegio siendo menor de edad. Toda su vida estudió en el colegio Marsella, una Institución Educativa Distrital ubicada en la localidad de Kennedy. Desde que cursó la primaria se interesó por el arte y, aunque al principio era solo un gusto, con el pasar del tiempo se convirtió en una pasión.
Cuenta que desde muy pequeña desarrolló una sensibilidad particular, un don que la llevó planear una vida en la que el arte jugará un papel importante. Por eso decidió que, una vez terminara su bachillerato, estudiaría artes plásticas en la Universidad Nacional.
Sin embargo, el coronavirus, como a muchos, truncó sus planes. No pudo ingresar a la universidad en el primer semestre del año y como en ese entonces era menor de edad, tampoco pudo trabajar. Con una cuarentena difícil por el encierro, la luz llegó al final del túnel.
“Un día mi mamá escuchó en el noticiero que la Secretaría de Educación había abierto un nuevo programa para jóvenes que quisieran estudiar en la universidad. Me contó que se llamaba Reto a la U, averigüé y empecé el proceso con toda la fe del mundo. Lo que quería era estudiar”, indica.
Luego de realizar el trámite a través de la página www.educacionbogota.edu.co, María Paula escogió tres materias que alcanzaban a cubrir los créditos permitidos: Fotografía en la Universidad Distrital y Boceto digital y Dibujo anatómico en el Colegio Mayor de Cundinamarca. De esa manera empezaba su aventura universitaria.
Hoy ya lleva cuatro meses de clases virtuales. Estudia los lunes y miércoles de 5 a 7 p.m., los jueves de 9 a.m. a 11 a.m. y los viernes de 7 a.m. a 9 a.m., prácticamente la carga académica de medio semestre. Es una de las estudiantes más destacadas y aprovecha cada minuto de clase.
“La virtualidad no deja de ser extraña. Aunque los docentes están muy pendientes de mi proceso pedagógico, esta situación me ha ayudado a ser más autónoma. He aprendido mucho y lo más importante: he sido muy feliz estudiando algo que me apasiona”, explica.
El primer sueño de María es graduarse de artista plástica. Se imagina el momento en el que sus padres escucharán su nombre en la lista de graduados y no deja de emocionarse. Luego sueña con ser docente. “Me emociona mucho enseñar. No solo me gusta el arte, sino también poder transmitir mis conocimientos a otros jóvenes. Ayudarlos a percibir esa sensibilidad y motivarlos desde la academia. Desde la docencia se puede cambiar el mundo y eso quiero hacer”, finaliza.
Aunque el camino todavía es largo para alcanzar todos sus sueños, María Paula avanza a buen ritmo. En febrero termina el semestre de las tres materias que actualmente cursa gracias a #RetoALaU, el programa de inmersión en educación superior que este año le brindó una oportunidad a nuestra joven artista y miles de soñadores más.
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