El día que Bogotá cambió para siempre

Bogotá en llamas, disturbios acontecidos el 9 de abril de 1948/FOTO: Sady González-1948-Archivo Bogotá
Bogotá en llamas, disturbios acontecidos el 9 de abril de 1948/FOTO: Sady González-1948-Archivo Bogotá
Publicado:
9
Abr
2020
Escucha la noticia

El asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán (1903-1948) ocurrido el 9 de abril de 1948 en Bogotá por Juan Roa Sierra (1921-1948), desató levantamientos populares a lo largo y ancho del país. En Bogotá, ocurrieron saqueos masivos y varias edificaciones del centro quedaron reducidas a escombros. 

Estos disturbios son conocidos popularmente como el “Bogotazo” y se considera que representan uno de los momentos más violentos de la historia de la ciudad. Debido a su gravedad y a los altos niveles de violencia, el gobierno decretó el Estado de sitio para poder hacer frente a los acontecimientos.

Juan Roa Sierra (1921-1948), el presunto autor material del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, fue brutalmente asesinado por la muchedumbre momentos después del asesinato a Gaitán. El cuerpo desnudo y destrozado de Roa finalmente quedó tirado frente al Palacio Presidencial, donde permaneció por dos días, tiempo en que todo aquel que entraba a Palacio tenía que observarlo.

Plaza San Victorino afectada el 9 de abril/FOTO: Sady González-1948-Archivo Bogotá

Plaza San Victorino afectada el 9 de abril/FOTO: Sady González-1948-Archivo Bogotá

La transformación de Bogotá

Aunque el 9 de abril se relaciona directamente con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y el inicio del período histórico conocido como La Violencia Partidista, significó también una ruptura de la proyección urbana de Bogotá, creando la necesidad de transformaciones que desde años atrás venían pidiendo actores como la Sociedad Colombiana de Arquitectos y los editores de la revista Proa.

Los efectos del Bogotazo en la ciudad permitieron hacer una reconstrucción de la ciudad, una vez más, rompiendo con los estilos neoclásicos afrancesados, las yeserías, los decorados superpuestos, las mansardas chatas, etc., propias de la arquitectura “moderna” de las primeras décadas del siglo XX. 

En su remplazo se propusieron nuevas formas arquitectónicas: estructuras de concreto y acero, con grandes vidrios exteriores y amplios espacios, que contenían equipos técnicos y tecnológicos de vanguardia tales como ascensores, instalaciones sanitarias o eléctricas y demás comodidades, todo bajo la idea de las cuatro funciones de la ciudad según Le Corbusier: habitar, trabajar, recrearse y circular.

Casas y locales afectadas el 9 de abril/FOTO: Sady González-1948-Archivo Bogotá

Casas y locales afectadas el 9 de abril/FOTO: Sady González-1948-Archivo Bogotá