El pasado jueves 21 de noviembre de 2013, más de 350 mujeres entre campesinas, indígenas, afro y urbanas del departamento del Cauca salieron desde sus casas a las 10:00 a.m., rumbo a Bogotá para sumarse a la movilización por la paz, que busca la protección de los derechos de las mujeres y su inclusión en el proceso de paz.
¡Guardia, Guardia! !Fuerza Fuerza! gritan los manifestantes indígenas mientras levantas sus brazos, pidiendo el cese del conflicto armado interno.
Según Anabel Gaceco, vocera de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca – ACIN-, la situación actual de la mujer en su territorio es mucho más crítica, están siendo abusadas, engañadas, es una realidad cotidiana.
“Están siendo objeto de botín de guerra y, es por eso, que las mujeres aún no se atreven a denunciar. Eso hace que debamos pronunciarnos, dejar el miedo, y salir a las calles a gritar lo que nos está pasando, por que eso no lo sabe el país”, afirma la vocera.
“Le pedimos al Gobierno y a la insurgencia que por favor no se paren de la mesa de negociación, hasta no poner fin al conflicto armado. También hacemos un llamado al Ejército de Liberación Nacional – ELN-, para que cese el fuego, porque también creemos que se puede hacer esta construcción de paz”,agregó.
“También pedimos que escuchen nuestras voces porque, a pesar de que se firme el acuerdo de paz en la Habana, se debe empezar por reconstruir el país y eso se logra desde la sociedad civil, escuchando la necesidad de cada pueblo...”
Finalmente, envió un mensaje a las mujeres a que se unan para lograr un país libre de violencia; de abuso a las mujeres y niños; y libre de impunidad e injusticia. “La mujeres que están siendo abusadas, maltratadas, engañadas, es necesario que denuncien, que salgan a las calles a decirlo. No podemos quedarnos ocultando el dolor, el maltrato, la injusticia. Si hablamos nos callan y si no hablamos también nos callan, entonces es mejor hablar antes que callar”.