El espacio público es un bien común, un lugar donde todos tenemos el derecho de transitar y disfrutar libremente en ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’. Sin embargo, una de las prácticas más frecuentes que afecta este derecho es la extensión indebida de actividades económicas en estas áreas.
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¿Qué es y por qué es un problema?
La extensión indebida se refiere a la ocupación del espacio público con elementos como avisos, muebles o enseres que pertenecen a establecimientos comerciales. Aunque esta práctica puede parecer inofensiva, limita el derecho de todas las personas a disfrutar de áreas comunes libres y seguras. Según el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, en sus artículos 92 y 140, el espacio público debe ser respetado y preservado para el uso de todos.
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¿Qué no está permitido?
Un ejemplo frecuente de extensión indebida es la colocación de sillas y mesas de un restaurante en una acera pública. Aunque pueda parecer una buena estrategia para atraer clientes, esta acción está prohibida por la ley, ya que obstaculiza el libre tránsito de peatones y puede representar un riesgo, especialmente para personas con movilidad reducida.
Asimismo, la instalación de avisos publicitarios en espacios públicos está regulada por el artículo 140, numeral 4, del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana. Estos avisos no solo obstruyen el paso de peatones, sino que también contribuyen al deterioro visual y físico de nuestras calles.
Incumplir estas normas puede conllevar sanciones económicas que van desde multas leves hasta multas tipo 4, que pueden alcanzar los $700.000. Además, las autoridades están facultadas para remover los bienes que ocupen indebidamente el espacio público. Estas medidas no solo son actos de regulación, sino una manera de proteger el derecho de todos a disfrutar de espacios comunes sin restricciones.
¿Cómo contribuir al respeto del espacio público?
Para mantener nuestra ciudad ordenada y accesible, es fundamental que asumamos la responsabilidad de respetar el espacio público. Esto implica:
- Evitar colocar mobiliario comercial en áreas públicas: las mesas, sillas y otros elementos deben permanecer dentro del perímetro privado de los establecimientos.
- No fijar avisos o publicidad en lugares no autorizados: esto incluye postes, paredes públicas y otras infraestructuras urbanas.
- Denunciar ocupaciones indebidas: Si observas que un establecimiento no respeta las normas, puedes informarlo a las autoridades locales para que tomen las medidas necesarias.
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El respeto por el espacio público no es solo una cuestión legal, sino también un acto de civismo y consideración hacia los demás. Mantener estos espacios libres de obstáculos garantiza un entorno más limpio, seguro y agradable para todas las personas.
