- Jóvenes del Idiprón han trabajado durante dos meses y medio con sus profesores para hacer realidad esta llave en madera que se entregará al papa Francisco el próximo 7 de septiembre en la Plaza de Bolívar.
- La madera de esta llave fue extraída de una puerta de una de las casas de la antigua calle del Bronx.
La madera de una de las puertas de la calle de Bronx, que por años fue testigo silencioso de las atrocidades que allí se cometían, se convirtió en la llave de la ciudad que será entregada al papa Francisco el próximo 7 de septiembre.
“La llave que vamos a entregar al papa es una muy especial, que ha sido hecha por los jóvenes que habitaron la calle, que son atendidos por el Idiprón, y que han venido siendo capacitados”, aseguró el alcalde Peñalosa.
El mandatario de la ciudad resaltó que estos beneficiados que tallaron esta llave avanzan satisfactoriamente en su proceso de rehabilitación y él le entregará su trabajo al sumo pontífice, el 7 de septiembre, en las horas de la mañana en la Plaza de Bolívar.
Por cerca de dos meses y medio, las manos de estos jóvenes han tallado y forjado esta llave como muestra de su voluntad de cambio. “La madera viene directamente de una de las casas de la calle del Bronx, una puerta en cedro que nos conseguimos, de estas casi ya no hay, porque se avanza en la demolición y con ella pudimos sacar unas piezas para elaborar la llave”, narró Giovanni Melo, unos de los talleristas del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idiprón).
El diseño fue entregado por la Alcaldía Mayor de Bogotá para que estos jóvenes con las habilidades que han podido potenciar en el Idiprón, la convirtieran en esta llave tan especial.
“Esta llave trabajada por los muchachos de la calle es algo muy significativo para ellos, porque es transformar esas puertas del infierno en un proyecto de vida exitoso”, indicó Carlos Valero, director de formación del Idiprón.
Bajo el proceso de talla, calado, torno y pirograbado, docentes y beneficiarios plasmaron la historia de ciudad en esta madera: “La llave representa todo lo que la ciudad tiene, representa la historia con su escudo y los elementos icónicos de la capital, tiene narrada la historia a través de un trabajo detallado que han hecho por nuestros muchachos”, destacó Carlos Valero.
Muchos jóvenes del Instituto participaron en este trabajo, pero alrededor siete muchachos entregaron sus conocimientos de principio a fin para terminar esta llave que mide 37 centímetros de largo por 9 de ancho.
“Para los jóvenes es un privilegio poder elaborar la llave que recibirá el papa Francisco. Es un honor que esté en manos del sumo pontífice y una oportunidad para contarle al mundo que sí hay segundas oportunidades”, concluyó Wilfredo Grajales Rosas, director del Idiprón.