Este lunes 11 de diciembre, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación fue el centro de un inspirador encuentro que reunió a más de 70 mujeres comprometidas con la promoción de los derechos en el Distrito Capital, como parte de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, el evento buscó crear un espacio de reflexión sobre los avances, retos y agendas pendientes en la lucha por la equidad de género.
Con el telón de fondo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, Colombia ha avanzado en la consolidación del Estado de Derecho desde la Constitución de 1991. La Política Pública de Mujeres y Equidad de Género, actualizada en el CONPES 14 del 2020, establece una ruta clave para garantizar los derechos de las mujeres en el país.
El evento adoptó la metodología de "Mujeres, Deseo y Café", un innovador conversatorio que recoge experiencias dialógicas de mujeres comprometidas. Este enfoque, inspirado en los feminismos de frontera, propone un sujeto político que transita ambivalente entre la igualdad y la diferencia, reconociendo la necesidad de forjar espacios propios de reconocimiento.
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La moderadora Clara López García, Directora de Derechos y Diseño de Política, lideró un panel diverso con destacadas participantes, entre ellas Marisol Avendaño, líder social de la localidad de Kennedy, y Matilde Mora, lideresa campesina de la localidad de Sumapaz. Estas mujeres inspiradoras compartieron sus experiencias en la construcción de paz y participación política, destacando la importancia de la Agenda Distrital de Mujeres Populares.
En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, celebrado el 10 de diciembre cada año, es fundamental recordar la Declaración Universal como norma común de conducta. Aunque no es vinculante, ha estimulado la creación de más de 60 instrumentos de derechos humanos, fortaleciendo el consenso internacional sobre estos principios fundamentales.
La conmemoración destaca la necesidad de reconocer derechos fundamentales como la vida, dignidad, libertad y seguridad, así como los derechos sexuales y reproductivos. Estos derechos, aunque previstos en instrumentos internacionales, continúan siendo vulnerados, especialmente en situaciones de crisis humanitaria y desigualdad social.
En este contexto, es esencial priorizar el cierre de brechas, reconocer la diversidad, promover la igualdad de género y garantizar el pleno ejercicio de las autonomías. Las mujeres reunidas en este evento han dejado claro que la lucha por los derechos humanos es un compromiso constante y que, juntas, son agentes de cambio en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
En este encuentro, queda evidente que las mujeres son agentes activas en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. La diversidad de experiencias compartidas, los desafíos expuestos y los compromisos adquiridos resaltan la importancia de mantener un diálogo continuo para superar obstáculos y avanzar hacia una realidad donde los derechos fundamentales sean respetados para todas las personas, sin distinción.
Este evento no solo ha sido un recordatorio de los logros alcanzados, sino también un llamado a la acción colectiva para enfrentar los desafíos que persisten. En Bogotá, estas mujeres han dejado claro que la lucha por los derechos humanos es una tarea compartida y que, unidas, tienen el poder de transformar realidades y construir un futuro más inclusivo.