El alcalde Enrique Peñalosa entregó al Consejo Territorial de Planeación Distrital, órgano consultivo que representa la máxima instancia de planeación participativa de la sociedad civil, el proyecto del Plan Distrital de Desarrollo ‘Bogotá mejor para todos’.
Esta hoja de ruta del gobierno para los próximos cuatro años se orientará con un fin máximo, que consiste en buscar la “felicidad para todos” los habitantes de la ciudad.
El diagnóstico del Plan muestra cómo en los últimos 12 años se han disminuido los indicadores de calidad de vida. El año pasado, por ejemplo, se contabilizaron 26.803 atracos callejeros, cuando en el 2003 fueron 6.769. Adicional a ello, la tasa de riñas se disparó de 96,9 casos por 100.000 habitantes en el 2005 a 165 casos por cada 100.000 habitantes durante el año pasado.
Por otro lado hay indicadores sociales que necesitan urgente mejoría. En materia educativa, el 25 por ciento de los colegios oficiales de la ciudad está en las categorías más bajas de rendimiento. Pero no solo eso: el 12 por ciento de la población de la capital del país está hoy en una situación de mayor vulnerabilidad socioeconómica.
Por ese motivo, la propuesta del alcalde Peñalosa se fundamenta en una meta central: “propiciar el desarrollo pleno del potencial de los habitantes de la ciudad, para alcanzar la felicidad de todos en su condición de individuos, miembros de una familia y la sociedad”.
En el proyecto se plantea además que “Bogotá necesita aprovechar el momento histórico para reorientar el desarrollo de la ciudad, teniendo en cuenta que enfrentamos tal vez la última oportunidad de transformar la dinámica de crecimiento para hacerla una ciudad distinta y mejor”.
Asimismo el propósito del Plan es “recuperar la autoestima ciudadana para que la ciudad se transforme en un escenario para incrementar el bienestar de sus habitantes y sea reflejo de la confianza ciudadana en la capacidad de ser mejores y vivir mejor”
El plan se fundamenta en tres pilares filosóficos
El primero busca que “la calidad de vida” en Bogotá sea igual para todos los ciudadanos. El gobierno Peñalosa plantea una atención integral desde la primera infancia, con el objetivo de beneficiar a 203.632 niños y niñas, en un esquema de calidad para solventar sus necesidades en salud, integración social y educación. Por ejemplo, la Secretaría de Educación espera atender a más de 90.000 niños y niñas de 4 a 5 años desde sus ambientes de aprendizajes, además de construir 30 colegios nuevos. En salud, se contempla el desarrollo de 40 centros de Atención Primaria en Salud (CAPS).
El segundo pilar del Plan de Desarrollo hace énfasis en la “democracia urbana”, entendida como la defensa y el mejoramiento de todo lo público: el espacio, el trasporte, los parques, la movilidad, para que todos los bogotanos tengan el mismo derecho al disfrute de la ciudad, sin distinción de clases, y en un entorno ambientalmente sostenible. La meta máxima es que ningún habitante se sienta excluido.
En esa tarea, por ejemplo, la Administración apuesta por aumentar el espacio público y, entre los planes para lograr ese fin, está la consolidación de un sendero ecológico y panorámico, de unos 120 kilómetros, en los cerros orientales.
Así mismo, además de la construcción de la primera línea del metro y más troncales de TransMilenio, como la de la avenida Boyacá y la carrera 7ª., en las metas del Plan de Desarrollo están: aumentar en 70% el estado bueno de la malla vial, aumentar en 50% el número de kilómetros recorridos en bicicleta, mantener en 56 minutos el tiempo promedio de viaje y mejorar en un 50% el nivel de satisfacción de los usuarios del transporte público.
Por último, el tercer pilar tiene que ver con la construcción de comunidad. Se trata de que los ciudadanos puedan recuperar el derecho a vivir sin miedo y, más aún, que sientan gran arraigo por su ciudad, que recuperen el amor y el orgullo por ella.
Entre las metas, por ejemplo, está vincular a 3 millones de ciudadanos en procesos de educación y cultura ambiental; reducir en un 30 por ciento las fatalidades en accidentes de tránsito; y fomentar cambios de comportamiento mediante cultura ciudadana.
Estos tres pilares del gobierno de Enrique Peñalosa se soportarán en un gobierno que hará un plan de ordenamiento territorial para todos, con desarrollo económico, sostenibilidad ambiental basada en la eficiencia energética; y eficiencia administrativa para el ciudadano.
Primer pilar: Igualdad de calidad de vida
El énfasis en este pilar se da en cómo alcanzar una calidad de vida que les permita a las personas más vulnerables una igualdad de oportunidades. La ciudad debe diseñarse de tal manera que sea incluyente con poblaciones como la primera infancia, adolescentes, personas en condición de pobreza extrema y la protección de quienes se encuentran en mayor grado de vulnerabilidad socieconómica.
El ritmo de crecimiento de la población en el tramo de 60 años de edad se está incrementando, situación que también se da en el fenómeno de habitabilidad en la calle (para el 2007 se registraban 8.385
ciudadanos, y a corte de 2015 se tiene un registro de 15.310 personas).
En cuanto a la percepción de la discriminación y la violencia, un 69,4% de las personas de los sectores LGTBI se ha sentido discriminada alguna vez en los últimos 3 años.
El Plan de Desarrollo propone el diseño y puesta en marcha de un nuevo modelo de atención en salud basado en la gestión integral del riesgo, mediante la unificación de los 22 hospitales del Distrito en cuatro subredes. Además de los 40 centros de atención primaria en salud, habrá seis instalaciones hospitalarias (cuatro de reposición y dos nuevas), cuatro centrales de urgencias y un trabajo decidido para avanzar en la recuperación del Centro Hospitalario San Juan de Dios.
A la hora de proyectar una ciudad con igualdad para todos, el Plan de Desarrollo plantea iniciativas para las víctimas, de cara al posconflicto, con el fin de garantizar una oferta institucional con énfasis en educación, capacitación para el trabajo, emprendimiento y empleabilidad, además de desarrollar dos laboratorios de paz en Sumapaz y Usme.
El Plan de Desarrollo, además, buscará avanzar en la adopción de criterios de diseño y construcción de equipamientos e infraestructura urbana, segura y accesible para las mujeres.
Segundo Pilar: democracia urbana
Este pilar tiene dos principios: todos somos iguales ante la ley y el interés general prima sobre el particular. Es decir, todos tenemos derecho a utilizar y disfrutar un espacio público y peatonal adecuado y a una infraestructura urbana propia de una buena ciudad, donde ricos y pobres disfrutan de igual forma sitios como parques y andenes.
Bogotá no cuenta con el acceso y disfrute de actividades para la recreación, deporte y cultura, especialmente para personas mayores y con discapacidad y la infraestructura para la adecuada prestación de servicios sociales no cumple con diseños que permitan el acceso de ciertas poblaciones.
El proyecto del Plan de Desarrollo contempla acciones que permitan la inclusión social a través de acceso a la ciudad y a todos sus espacios a través de la intervención a las Unidades de Planeación Zonal (UPZ) y vincula a personas con discapacidad a oportunidades ocupacionales en el Distrito
En el campo del transporte masivo, a pesar de que se cuenta con una infraestructura de 113 km de troncales, 134 estaciones y 9 portales de Transmilenio, esto representa sólo el 30% de la infraestructura proyectada para 2016.
El Plan de Desarrollo propone adelantar acciones de mejoramiento y construcción de infraestructura vial, brindar mayor calidad de transporte público, masivo, con la puesta en marcha del metro, ampliación y conservación de la red troncal de todo el sistema, construcción de nueva infraestructura, fortalecimiento de la ingeniería de la operación, mejoramiento de frecuencias e intervalos de paso de las rutas, aseguramiento de la cobertura, de la accesibilidad, control de la evasión, mejoramiento de información al usuario y el ordenamiento del transporte público individual (taxis).
Dentro de las metas del PDD en este sector se destacan: aumentar en 70% el estado bueno de la malla vial, aumentar en 50% el número de kilómetros recorridos en bicicleta, mantener en 56 minutos el tiempo promedio de viaje y mejorar en un 50% el nivel de satisfacción de los usuarios del transporte público.
La ciudad capital registra un déficit cuantitativo y cualitativo de espacio público. En la actualidad, el Espacio Público Efectivo por habitante para la ciudad es de 3,9 m2 por habitante. Según el estándar internacional de la ONU, este espacio debería ser de 16 m2 por habitante.
Adicionalmente, la ocupación indebida del espacio público es un problema de ciudad que también se asocia al fenómeno de la pobreza. Las localidades más golpeadas por este fenómeno son Ciudad Bolívar, Usme y Bosa.
Al respecto, la estrategia del Plan involucra entre otras acciones ajustar o reformular el Plan Maestro de Espacio Público, el cual alimentará la nueva visión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en materia de espacio público.
Tercer Pilar: Construcción de Comunidad
El principal punto de este pilar es la seguridad. En las calles deben andar sin miedo los menores de edad, las mujeres y demás grupos vulnerables. En una ciudad segura se controla el delito, existe confianza de los habitantes para interactuar.
Incrementar el sentido de pertenencia por Bogotá, volver atractivos el espacio público y peatonal y toda la infraestructura urbana es una prioridad para esta administración.
Se destaca en la propuesta la necesidad de generar conciencia y corresponsabilidad ambiental de los habitantes, con el fin de fomentar el disfrute y el buen uso de los espacios públicos, las zonas verdes y demás elementos de gran valor ambiental. Se tiene como meta vincular a 3 millones de ciudadanos en procesos de educación y cultura ambiental.
En seguridad y comportamiento para la movilidad, se tiene previsto disminuir en un 30% las fatalidades en accidentes de tránsito. En la ciudad el 32% de las causas de accidentabilidad se debe a no mantener las distancias de seguridad, el 19% a adelantar cerrando y, el 15% a desobedecer las señales de tránsito.
Se promocionará una cultura ciudadana para cambios de comportamiento de los actores viales.
La seguridad en Bogotá puede ser valorada a través de los delitos que afectan principalmente a los ciudadanos, siendo los principales: el homicidio, las lesiones personales y el hurto a personas. Las estrategias de seguridad para intervenir esas problemáticas se concentran en prevención del delito, atendiendo de manera priorizada los escenarios vulnerables. Y el control del delito, mediante el fortalecimiento de la infraestructura, tecnificación y profesionalización del personal uniformado y fortalecimiento del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria.
Dada la cercanía de un acuerdo de paz, se marcará el inicio de una nueva etapa de la sociedad en la que tendrá especial importancia la participación ciudadana en áreas temáticas de derechos humanos y paz, diversidad de género,
Se fortalecerán los planes institucionales de convivencia y paz. Para ellos, se realizará el acompañamiento in situ de cada una de las 361 instituciones educativas distritales.
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