Durante el 2026 continuarán los Ciclos Deliberativos en Bogotá ¡Te contamos de qué tratan!

26·NOV·2025
El pasado domingo 26 de octubre culminaron las Ciclos Deliberativos con la participación activa de 70 ciudadanos y ciudadanas.
Imagen de una mujer en uno de los talleres de Ciclos DeliberativosFoto: Secretaría de Planeación
Las personas interesadas en participar en los Ciclos Deliberativos durante el 2026 deben estar atentas a la convocatoria que publicará la Secretaría Distrital de Planeación en su página web y en sus redes sociales oficiales.

¡Aquí sí pasa! Después de seis jornadas de diálogo y aprendizaje colectivo, Bogotá, mi Ciudad, mi Casa cerró los Ciclos Deliberativos 2025, un ejercicio de participación ciudadana liderado por la Secretaría Distrital de Planeación (SDP), Fundación Corona y Extituto de Política Abierta, que convocó a 70 asambleístas seleccionados por sorteo para deliberar y construir propuestas sobre uno de los temas más urgentes para la ciudad: el manejo de residuos y la limpieza de la ciudad.

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Los Ciclos Deliberativos son un escenario innovador de participación que busca que las decisiones sobre la ciudad se construyan de manera colectiva, escuchando y valorando la voz de la ciudadanía.

A través de esta metodología, inspirada en la democracia deliberativa, se conforma un grupo de personas seleccionadas al azar, mediante un sorteo público —de distintas edades, localidades, profesiones, grupos poblacionales y trayectorias de vida— para que representen la diversidad de Bogotá. Es como reunir en una misma sala una fotografía viva de la ciudad, con toda su pluralidad.

Durante varios encuentros, las y los participantes reciben información clara y equilibrada sobre el tema que van a tratar mediante la implementación de una estrategia de formación con enfoque diferencial, dialogan entre sí, escuchan a expertos y comparten sus experiencias cotidianas. Todo este proceso les permite comprender mejor los retos de la ciudad, para deliberar y construir puntos en común que lleven, finalmente, a presentar recomendaciones a la Administración distrital que surgen del diálogo, la reflexión y el respeto por las diferentes miradas.

Portal Bogotá tuvo la oportunidad de hablar con María Angélica Ríos, jefe de la Oficina de Participación y Diálogo de Ciudad de la Secretaría Distrital de Planeación (SDP) sobre la importancia de los Ciclos Deliberativos en Bogotá y la proyección que se tiene para el 2026.

Portal Bogotá: ¿Por qué es importante para Bogotá y para el mismo Plan de Desarrollo que se realicen estos Ciclos Deliberativos?

María Angélica Ríos: 

Los Ciclos Deliberativos son una apuesta para hacer de Bogotá una ciudad donde la ciudadanía tenga un papel activo en las decisiones que la afectan. Más que un espacio puntual, son una forma innovadora de entender la participación: no solo opinar, sino deliberar, aprender juntas y juntos y proponer soluciones que puedan transformarse en acciones concretas.

Este proceso hace parte del Plan Distrital de Desarrollo 'Bogotá Camina Segura, a través del Programa 39, que busca fortalecer la democracia deliberativa y promover un gobierno más cercano a la gente. Con los Ciclos Deliberativos, la Administración Distrital abre las puertas a una participación más amplia, diversa y representativa, donde todas las voces cuentan y donde la experiencia de vida de la ciudadanía se convierte en conocimiento útil para la gestión pública.

También son importantes porque reúnen a distintos actores: a la Alcaldía, a organizaciones sociales como Fundación Corona y el Extituto de Política Abierta, y a la propia ciudadanía. Es un modelo de trabajo colaborativo que combina experiencia institucional, innovación y diálogo para construir acuerdos sobre los grandes temas de ciudad.

En pocas palabras, los Ciclos Deliberativos fortalecen nuestra democracia local porque convierten la participación en una experiencia real, cercana y transformadora. Son una invitación a construir lo público entre todos y a seguir caminando hacia una Bogotá más justa, solidaria y participativa.

PB: Durante este año, se realizaron 45 mil contactos y una inscripción de 2.600 personas, con la participación de 70 de ellas en las seis jornadas de los Ciclos Deliberativos, ¿cómo fue el proceso de selección de estas personas?

María Angélica Ríos: 

El proceso de selección fue completamente aleatorio, transparente y muy cuidadoso. Partimos de una base de más de 45 mil contactos realizados en toda la ciudad a través de activaciones en las 20 localidades, llamadas, mensajes de WhatsApp, correos electrónicos y encuentros con distintos grupos poblacionales. De allí se inscribieron más de 2.700 personas.

Entre esas 2.700 personas se realizó un sorteo público, que es uno de los pilares del modelo deliberativo, y que garantiza que cualquier persona pueda ser elegida sin necesidad de pertenecer a una organización o tener experiencia previa en participación.

El objetivo era conformar un grupo que reflejara la diversidad demográfica y territorial de Bogotá, algo así como una “fotografía viva” de la ciudad. Para eso se tuvieron en cuenta variables como edad, género, localidad y estrato socioeconómico de la vivienda, así como la garantía de selección de grupos poblacionales-diferenciales como adolescencia, campesinado, personas con discapacidad, pueblos étnicos, sectores LGBTI, víctimas del conflicto y migrantes internacionales, buscando que todas las realidades de la ciudad estuvieran representadas.

De ese proceso se seleccionaron 70 personas titulares y 210 suplentes, siguiendo la regla estadística 100/1, o sea, que por cada cupo sorteado haya por los menos 100 personas inscritas. Esto nos permite garantizar la representatividad. Las y los participantes confirmaron su voluntad de asistir y contaron con todas las garantías logísticas necesarias: transporte, alimentación, cuidado de niños o personas dependientes y accesibilidad en los espacios.

Lo más importante es que este proceso no solo buscó incluir voces diversas, sino también generar condiciones de igualdad para participar. Queríamos que todas las personas, sin importar su experiencia o nivel educativo, pudieran deliberar desde su conocimiento de vida y su mirada sobre la ciudad.

PB: Durante este año el tema a deliberar fue el de cómo lograr que Bogotá genere menos residuos y tenga calles más limpias, ¿por qué se seleccionó este tema a deliberar con la comunidad?

María Angélica Ríos:

El tema se seleccionó teniendo en cuenta aquellos sugeridos por las ciudadanas y los ciudadanos que participaron en la Meta Asamblea Deliberativa 2024, que fue el ejercicio de formulación participativa de los reglamentación de los Ciclos Deliberativos. En este proceso la ciudadanía planteó, dentro de las recomendaciones para la reglamentación, algunos temas de interés ciudadano para el desarrollo de las deliberaciones.

Con esos insumos, se realizó un análisis para identificar su viabilidad teniendo en cuenta el criterio de que pudiese ser un tema de ciudad, es decir, que vincule de manera amplia a la ciudadanía en su diversidad y composición demográfica y territorial. Posteriormente, con los temas identificados se realizó un análisis a partir de las Políticas Públicas existentes y el Plan Distrital de Desarrollo vigente, para revisar el abordaje del tema en distintos instrumentos, y así poder priorizar el foco de la deliberación.

Una vez se desarrolló este análisis, el Alcalde Mayor y su gabinete realizaron una revisión de las priorizaciones y a la luz de los temas en la agenda pública desarrollaron la selección temática, definiendo así que la deliberación se centraría en un tema actual y neurálgico para la ciudad, que requiere la participación y corresponsabilidad de toda la sociedad: cómo mejorar la relación de Bogotá con los residuos sólidos.

Definida la línea temática se desarrollaron una serie de gestiones interinstitucionales lideradas por la Secretaría Distrital de Planeación y con la participación de los Sectores Gobierno, Ambiente, Hábitat y Cultura, para profundizar y delimitar el alcance de la temática, por un lado, para no duplicar esfuerzos o avances que los sectores estuviesen trabajando, y por el otro, para generar los compromisos interinstitucionales que garantizaran el acompañamiento y la incidencia del ejercicio.

PB: Sobre este tema, ¿a qué conclusiones se llegaron?, ¿qué propuestas salieron desde las personas que participaron en estos ciclos deliberativos?, ¿y a qué compromisos llegó la administración Distrital?

María Angélica Ríos:

Las y los asambleístas coincidieron en que el tema de los residuos no solo es ambiental, sino profundamente social y cultural. A partir del diálogo y el intercambio de experiencias, concluyeron que mejorar nuestra relación con los residuos pasa por fortalecer la educación ambiental, facilitar la separación en la fuente y promover cambios de comportamiento sostenibles desde los hogares y las comunidades.

A partir del trabajo colectivo, las propuestas se organizaron en dos grandes bloques temáticos:

  • Pedagogía, comunicación y educación ambiental: Las y los asambleístas propusieron fortalecer las estrategias pedagógicas y de comunicación ambiental desde una mirada más cercana y práctica. Plantearon que las campañas y procesos educativos deben hablarle a la gente en su cotidianidad, usando mensajes sencillos, coherentes y continuos que motiven a actuar. También resaltaron la importancia de crear espacios comunitarios de aprendizaje —en barrios, colegios y entornos familiares— donde la ciudadanía pueda experimentar y comprender cómo sus hábitos cotidianos impactan el ambiente.
  • Separación y aprovechamiento de residuos orgánicos: Las y los asambleístas propusieron fortalecer las acciones que faciliten la separación en la fuente y el aprovechamiento de los residuos orgánicos en la ciudad. Entre las principales recomendaciones se destacó la implementación de procesos de micromedición en restaurantes y establecimientos gastronómicos, para identificar con mayor precisión los volúmenes y tipos de residuos que generan, y a partir de ello diseñar estrategias de reducción y aprovechamiento más efectivas.
    También se planteó impulsar iniciativas de compostaje comunitario y huertas urbanas, así como fortalecer los vínculos entre las prácticas de separación y los procesos de turismo responsable, reconociendo el potencial de la sostenibilidad como factor de atracción y orgullo local.

Por último, se propuso crear un sello de buenas prácticas ambientales, que reconozca a los comercios, emprendimientos y espacios turísticos que gestionan adecuadamente sus residuos y promueven el aprovechamiento de orgánicos. Este sello serviría tanto para visibilizar esfuerzos ciudadanos como para posicionar a Bogotá como una ciudad más sostenible y coherente con los valores ambientales que promueve.

En conjunto, ambos bloques se complementan de manera sistémica: mientras el primero pone el énfasis en formar y sensibilizar a la ciudadanía, el segundo traduce ese aprendizaje en acciones concretas de separación y aprovechamiento. Así, las propuestas conforman una mirada integral del manejo de residuos, donde la educación, la cultura ciudadana y las prácticas sostenibles se fortalecen mutuamente para avanzar hacia una Bogotá más consciente y responsable con su entorno.

PB: ¿El próximo año se volverán a realizar estos ciclos deliberativos? Si es así, ¿qué tema central será para deliberar?

María Angélica Ríos:

Sí. Los Ciclos Deliberativos fueron concebidos como una estrategia permanente dentro del Plan Distrital de Desarrollo Bogotá Camina Segura, y se realizarán cada año durante 2025, 2026 y 2027. Cada ciclo abordará un tema de ciudad distinto, priorizado por su relevancia pública y por su potencial para generar consensos y soluciones desde la ciudadanía.

Para el próximo año, el propósito es continuar fortaleciendo esta experiencia con una nueva deliberación sobre un tema que, al igual que el actual, combine impacto ambiental, social y urbano, y que permita profundizar la participación ciudadana en la toma de decisiones.

La definición del tema de 2026 se realizará en diálogo con las entidades distritales y con el comité que lidera el proceso —conformado por la Secretaría Distrital de Planeación, Fundación Corona y el Extituto de Política Abierta—, atendiendo a los criterios establecidos por la Meta Asamblea 2024, que orientan la selección de temas según su pertinencia, viabilidad y capacidad de incidencia en la vida cotidiana de la ciudadanía.

PB: Si una persona quiere participar en los Ciclos Deliberativos del próximo año, ¿qué debe hacer? ¿Se ampliará el número de personas que participen en los Ciclos deliberativos?

María Angélica Ríos:

Las personas interesadas en participar deben estar atentas a la convocatoria que publicará la Secretaría Distrital de Planeación en su página web y en sus redes sociales oficiales. A través de estos canales se informará sobre las actividades territoriales y el proceso de invitación ciudadana que se adelanta para cada nuevo ciclo.

El número de participantes se mantendrá en 70 personas, seleccionadas mediante un proceso aleatorio y representativo que busca reflejar la diversidad demográfica y territorial de Bogotá, garantizando así una participación equilibrada y plural.

PB: ¿Qué papel desempeñan la Fundación Corona y Extituto de Política Abierta en los Ciclos Deliberativos? ¿Por qué es importante la participación de estos actores?

María Angélica Ríos:

Tanto la Fundación Corona como el Extituto de Política Abierta son aliados estratégicos de la Secretaría Distrital de Planeación en la implementación de los Ciclos Deliberativos. Su papel ha sido acompañar a la Administración en el diseño, desarrollo y evaluación del proceso, aportando su experiencia en innovación democrática, metodologías participativas y fortalecimiento ciudadano.

La Fundación Corona aporta su trayectoria en proyectos que promueven la participación y la construcción de capacidades locales, mientras que el Extituto de Política Abierta contribuye con su conocimiento técnico en democracia deliberativa, asegurando la calidad metodológica y el intercambio de aprendizajes con experiencias similares en otros territorios.

Su participación es clave porque garantiza que el proceso sea transparente, participativo y técnicamente sólido, fortaleciendo la confianza ciudadana y consolidando un modelo de colaboración entre la institucionalidad y la sociedad civil. Gracias a este trabajo conjunto, Bogotá avanza en la construcción de una democracia más abierta, dialogante y cercana a las personas.

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